Considerandos

Gonzalo / Prieto

Por buen camino

16 de julio 2014 - 01:00

LAS 1.200 hectáreas de marismas del río Tinto, unidas por el sureste a la ciudad de Huelva, cubiertas de forma abusiva con los residuos denominados fosfoyesos, procedentes de las fábricas Fertiberia y Foret de la avenida Francisco Montenegro, podrían estar sufriendo actualmente el inicio del proceso definitivo de su recuperación medioambiental.

En ese largo camino de reivindicación iniciado por unos pocos, pero con el apoyo de la mayoría de la ciudadanía, se han ido sucediendo una serie de acontecimientos que han ayudado al convencimiento y aceptación de las administraciones. Las concentraciones y marchas vecinales para solicitar la limpieza ambiental de la ciudad, las 25.000 firmas conseguidas el año 2009 para solicitar el cese de los vertidos, el traslado de las cenizas tóxicas y la exigencia de estudios epidemiológicos, la visita en el 2010 de la comisión de Parlamentarios Europeos a las balsas de fosfoyesos, sus reuniones con las asociaciones y organismos implicados y sus posteriores recomendaciones coincidentes con las reiteradas solicitudes de las plataformas ciudadanas de defensa ambiental, y la culminación de la sentencia de la Audiencia Nacional determinando el cese, desde el 31 de diciembre de 2010, de todos los vertidos con la imposición, a costa de la empresa Fertiberia, de la regeneración ambiental de la marisma, ha permitido a las administraciones responsables la exigencia de su cumplimiento judicial.

Pero la noticia más destacada ha sido la reciente aceptación de los representantes del Gobierno central, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Huelva, con todos los partidos políticos municipales, para crear la llamada Mesa de Participación de los Fosfoyesos que, junto con Fertiberia como responsable económico de la restauración y 14 instituciones y colectivos implicados directamente en la recuperación, en representación de la ciudadanía, se encargarán de dirigir las actuaciones. Así se podrá garantizar la mejor solución para la regeneración de la marisma del Tinto, sin presiones económicas o temporales ni intereses empresariales.

Siempre hemos defendido la necesidad de un acuerdo entre las administraciones y los ciudadanos para conseguir el impulso del proceso de recuperación ambiental de la ciudad de Huelva y de la restauración de las marismas del Tinto a su estado original. Se puede iniciar una actuación trascendental para conseguir una Huelva más limpia, más saludable y con un paisaje oriental y meridional atractivo. Esperemos que el interés que están demostrando los partidos políticos, las administraciones y los diferentes organismos implicados no finalice con el recuento de votos de mayo de 2015.

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