El bolso y la vida

El bolso y la vida
El bolso y la vida

23 de junio 2023 - 05:00

LA imagen de los futbolistas del Betis con bolsos se ha hecho tan viral que no es necesario reproducirla entera para que cualquier lector de este diario sepa de qué trata este artículo tan sólo con ver ese fragmento que lo ilustra, en el que puede contemplar a dos hombres –¿acaso no procede hablar de caballeros en este caso?– trajeados para asistir a alguna ceremonia postinera portando esos complementos de muy distintos usos y diseños, que es un detalle de suma importancia en este asunto que está haciendo correr tantos ríos de tinta que hasta yo, que suelo ir desde mi corazón a mis asuntos, tanto en mi vida como en estos artículos de los viernes, no he podido dejar de lado ni al bolso ni a todo el cancaneo social que arrastra tras de sí. Porque, realmente, bolso polémico tan sólo hay uno, que es el diseñado por Alexander McQueen que Aitor Ruibal luce en su mano derecha, ya que el de Christian Dior que cuelga en bandolera del hombro de su compañero de juego Borja Iglesias, bien podría pasar por ser uno de tantos bolsos que llevan muchos hombres a lo largo y ancho de este perro mundo, sin que sea motivo de comentario alguno más allá de que su estampado con unas pequeñas flores y las ostentosas iniciales de la multinacional del lujo que se aprecian en el lateral, la C engarzada con la D, doradas ambas, hacen subir el precio hasta los 3.500.

Y de poco ha servido que ellos no hayan dudado en reivindicar su heterosexualidad y que sus novias hayan saltado al ruedo mediático para volcarse en defender su forma de ir por la vida marcando estilo y devolviendo el agravio a los atacantes, al poner el foco sobre la intolerancia dentro y fuera de los estadios y que, contra lo que sería deseable en el siglo XX, no deja de crecer en todos los ámbitos de nuestra sociedad, desde la política de altos vuelos que lo va contaminando todo, sin sentido de la medida, hasta unas redes sociales, ya convertidas en un lodazal sin límites en donde se condensan todas las miserias de la condición humana.

Y cuando el uso de un bolso de mano por parte de un caballero es suficiente motivo para un linchamiento como el sufrido por los jugadores del Betis, es de agradecer que estrellas mediáticas como Alejandro Sanz y David Bisbal, que siguen libres de toda sospecha a través del tiempo, vistan trajes de colores atrevidos porque, aunque parezca un asunto sin importancia, tiene mucha. Y lo asegura por escrito ahora y aquí, alguien como yo, que fui apedreado e insultado en mi pueblo seis décadas atrás tan sólo por llevar puesta una camisa a rayas de vivos colores cuando la norma de uso era el blanco, pese a que la perrita Laika ya había dado su vida por entonces al viajar al espacio dentro de un cohete soviético, y los americanos ya estaban con sus ensayos para mandar astronautas a poner un pie en la Luna. Y todo ello en el nombre del progreso.

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