Una boda sin novio

QUE no se me asuste Inés Domecq Fernández Govantes, de 26 años, porque, al novio al que me refiero en el titular no es su futuro marido, Javier Martínez de Irujo Hohenlohe, de 28, con quien, Dios mediante, hoy a las seis y media contraerá matrimonio en la Iglesia de Santo Domingo de Jerez -la misma en la que, el pasado mes de septiembre, se casó El Juli con Rosario Domecq- vestida con un traje de Manuel Mota para Pronovias.

Tranquilos. De momento, el hijo de Alfonso Martínez de Irujo y María de Hohenlohe, después de una larga relación con su prometida de casi una década, sí que dará el "sí, quiero" tal y como hace tiempo estaba previsto. Sin embargo, Alfonso Díez, la pareja con la que a todos nos ha sorprendido la "superabuela" del contrayente, no comparecerá como -de haberse cumplido los frustrados proyectos que existían- a Cayetana le hubiera gustado.

La Duquesa, junto a otros muchos invitados ilustres, disfrutará de una cena servida por Alfonso en "La Martelilla de Santa Inés", finca propiedad de los padres de Inés, Humberto Domecq y María Jesús Fernández Govantes, que se ha engalanado para la ocasión y desde donde, a pesar de que los periodistas no tendrán acceso a su interior, es posible se reenvíe algún tipo de fotografía a los medios. Y aunque me consta que, los jóvenes, celosos de su anonimato, hubieran preferido pasar más desapercibidos en el "día más importante de sus vidas", sus progenitores les han recomendado ciertas atenciones con la prensa con vistas tanto a satisfacer a todos aquellos profesionales interesados en cubrir este evento como para evitar persecuciones innecesarias.

Claro que, más allá de la trascendencia social del enlace, está el atractivo informativo de la matriarca del clan de los de Alba quien, de forma indirecta, acapara todo el protagonismo de la jornada. Después de conocer su otoñal romance, todo aquello que diga, haga o piense Cayetana, es susceptible de convertirse en portada de revista. Y si ponen mi palabra en duda, acérquense próximamente a los quioscos y verán con qué se encuentran.