Hoy les puedo garantizar que no les voy a hablar ni de las elecciones gallegas, ni del alza de los precios, ni de las sucias estrategias del sanchismo ante sus propios escándalos de presunta corrupción.

Podríamos hablar del entreguismo sanchista ante las pretensiones marroquíes. ¿Imaginan ustedes la reacción sanchista ante el asesinato de dos Guardias Civiles, bajo la tutela de otro Gobierno?: “Me gusta la fruta”, es la respuesta irónica y más adecuada cuando no se tiene reparo en reiterar una mentira para sentirse liberado de su propia trampa.

Pues bien, de nada de esto les voy a hablar hoy. Si la pasada semana titulaba este espacio como: Retratados, después de ver el desarrollo de los acontecimientos, podría haber hasta un centenar de calificativos reprobatorios a la clase política, con el gobierno a la cabeza.

Hemos comprobado, no hace muchos días como toda la maquinaria de propaganda política resaltaba la capacidad de consenso para la modificación, por cierto muy tardía, del artículo 49 de la Constitución aunque ciertamente justo, necesario y equitativo. Así que, a pesar del retraso, todo un logro. Sin embargo, y dicho esto, sus ¿Señorías? han puesto en evidencia su falta de sensibilidad, su autoconsideración del supremacismo propio de la pertenencia a una casta privilegiada, además de demostrar que son otros intereses, y no el bienestar de los ciudadanos que les votan, lo que ciertamente les importa. Porque díganme ustedes cómo es posible que una ley como la de ELA, puede haber sido bloqueada por el Gobierno, en al menos un par de ocasiones, cuando estamos ante una ley sin perfil ideológico alguno puesto que se trata de un drama humano, en el que curiosamente se acaba de demostrar en sede parlamentaria que son los propios pacientes quienes están dando el nivel, aún en su sufrimiento, y dejando a los diputados a la altura de humanismo más ínfima imaginable.

No es tolerable que frente al esfuerzo que supone para los pacientes, cuidadores y familiares… para reclamar la puesta en marcha de esa ley tan necesaria, tuviera como audiencia a cinco de los trescientos cincuenta diputados de la Cámara y que solo ofrecieran trabajar para sacarla adelante en esta Legislatura, cosa no bien entendida cuando afirman que hay consenso sobre la misma.

Y es que no piensan que en los años de bloqueo, ¿cuántos pacientes han fallecido? y, aún más, ellos saben su futuro pero piden que no solo sea digno el final sino que lo sean sus vidas hasta que llegue la muerte. Y muy importante, darse cuenta de la carga familiar que supone la enfermedad, sin olvidamos de las sibilinas ofertas de eutanasia y que un porcentaje no desdeñable de estos pacientes rechazan porque desean tener: “vida al tiempo que les quede y no solo tiempo a su vida.”

Señorías, pues, son ustedes una “vergüenza nacional” y sálvese quien pueda.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios