En uno de mis artículos anteriores saqué a la palestra una remembranza de lo que fue en tiempo atrás la vetusta estación de Zafra, pero por darle una mayor historia para recordarla, de cómo se inició y se propuso la construcción de una línea de ferrocarril, que partiendo del industrial pueblo pacense de Zafra llegara su recorrido, hasta Huelva capital.

Tuvo también el objeto de que dicha línea ferroviaria pudiera comunicarse con las minas de Río Tinto, que en el año 1873 había empezado a instaurarse con su prospección del mineral, cuya actividad estaba creciendo notablemente.

Pero fueron, independientemente de lo augurado, la comunicación de esta línea con la predicha mina de Río Tinto, para que el ingeniero alemán don Guillermo Sundheim y Geisse y don Hugo Matteson, banquero de este mismo país germano, les fuera concedido la concesión de FC. de Zafra-Huelva, al no haberse presentado en la subasta otros candidatos.

El proyecto de Sundheim se apreciaba a una línea de 184 kilómetros, cuyo coste ascendía a unos 50.200 millones de libras y sería explotada por la Compañía de Ferrocarril Zafra-Huelva, cuya fecha databa del 25 de enero, 1884, pero que tardaría su construcción cinco años después.

Con referencia al cuadro de accionistas que contribuyeron como fundadores, fue don Guillermo Sundheim, como el mejor postor y en cuanto al número de acciones, muy por encima de los otros accionistas, que se comprometió a explotar dicha línea durante cuatro años, ostentando su condición en relación con la Compañía, como impulsor con la mayor legitimidad de constructor y ser el primer capitalista.

Este ingeniero alemán, afincado en Huelva, aparte de haber sido Hijo Predilecto de la ciudad, fue un mecenas con distintos nombramientos, habiendo destacado en otras operaciones industriales, con el mayor éxito, pero que no viene ahora al caso, habiendo dejado un hito muy importante en la historia de Huelva.

Falleció don Guillermo Sundheim y Geisse en Huelva, en el año 1903.