Antonio Carrasco

Felicidades, Abuelo

Mi plazoleta

Nunca en 132 años estuvo más vivo que cuando le vio los ojos a la muerte porque fue entonces cuando ganó la eternidad

De forma modesta, rodeado de los tuyos, en una tarde fría y con sinsabores en el verde. Es tu historia, la que has escrito durante 132 años de vida. El Decano sopla velas en el Colombino en el peor momento deportivo de su historia mientras firma la mejor campaña que nadie haya conocido. Son esas las paradojas de una entidad que hace muchísimo tiempo trascendió el deporte para anclarse en el alma de una ciudad y gran parte de su provincia. Feliz cumpleaños, abuelo.

El Recreativo es identidad de Huelva. No se entienden por separado. Forma un mismo ser. Quien no lo sepa ver desconoce el valor que una sociedad da a sus símbolos ni la fuerza que ello conlleva y quien lo desprecia lo paga. Futboleros o no, no hay onubense que no tenga en sus vivencias un capítulo marcado en azul y blanco. Y es en esa pertenencia colectiva donde radica su grandeza, la que le da la eternidad. Es de todos y cada uno de nosotros por igual.

Y eso que nunca en estos 132 años de historia estuvo tan vivo como cuando le vio los ojos a la muerte. En ese mismo instante alcanzó la eternidad. No sé si lo veremos en Primera o en Segunda dentro de 10, 15 ó 25 años porque es algo que realmente a día de hoy nos importa más bien poco. Quizá Diego tenga entonces edad para ir solo a la fuente. El recreativismo entendió en los tiempos recientes que la existencia del club, su conservación y disfrute es en sí mismo nuestro mayor tesoro, un patrimonio que debemos legar intacto para que la siguiente generación no tenga que enfrentarse a esa cíclica crisis que obliga cada 20 años a un nuevo rescate.

Los últimos tiempos han puesto a prueba el recreativismo. Un duro examen ante el que Huelva dio un paso al frente claro para recordar que nada ni nadie le privará de su patrimonio sentimental. Ahí quedan campañas de abonos que crecen pese a la desazón deportiva o el pago voluntario cuando la temporada expira. Se llama compromiso y sentimiento.

Tengo un amigo no onubense pero residente al que cada verano, con nuestra habitual apuesta sobre seguro que es jugársela a la respuesta al albiazul, le repito la misma pregunta: '¿Todavía te sorprende?'. Su afirmación ya forma parte de la rutina veraniega. 'Si te lo tengo que explicar no lo vas a entender'.

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