¿Crecerse? Lo justo

Por primera vez Europa se endeuda, pero entienda que austeridad es saber gastar y solidaridad es ayudar

Ciertamente, hay motives de satisfacción tras lo acontecido en Bruselas y el resultado obtenido, sin duda, beneficioso para España. Pero, como casi todo en política tiene sus matices, tanto en los análisis de los elementos objetivos del acuerdo como en aquellos otros, la "letra pequeña" le dicen, que aún no conocemos y que, obligatoriamente, van a estar sujetos a los planes de estabilización, reformas y reducción del déficit… que deberán ser aprobados por la propia UE y debemos presentar.

Dicho esto, felicitaciones a quienes nos han representado en tan dura negociación y un resultado, según sus propias palabras, de un 95% de las metas pretendidas. Sin embargo, a partir de ahí, hay que ponerse a trabajar en serio porque, se diga lo que se diga, hay elementos de control - incluido freno y marcha atrás si se detectan incumplimientos - de donde se deduce la imposición de unas reglas de gestión que corrigen las pretensiones de política económicos - social de la coalición gobernante y obligan a una rectificación de las líneas presupuestarias que se intuían.

En consecuencia, habría que insistir en la petición de rigor rebajar el empalagosamiento propagandístico propio de regímenes caudillistas. En todo caso, aplaudamos a la señora Merkel, antes denostada por los aplaudidores, y no se "vengan arriba" más de la cuenta, pidiendo explicaciones a quien no aplaude, porque, aunque no han estado presentes, por razones obvias, no se les puede achacar inexistencia. Señor Sánchez, no se deje arrastrar por el supuesto éxito, - ¡seré iluso! - quienes le negaban todo, "los frugales", son socialistas, son de los, teóricamente, suyos y, sin embargo, han sido los populares, encabezados por Merkel, quienes han sacado adelante el pacto.

Así que comprenda el papel del opositor conocedor de su voracidad y egocentrismo, sabe que nunca estará satisfecho y pedirá siempre más, como quedó demostrado en el periodo de alarma y sepa que algunos pensamos en las diferencias entre su discurso aquí y en Europa, incluida su súplica de empatía europea y que, internamente, nunca práctica.

No compare con otras épocas, por primera vez Europa se endeuda y de ahí, entre otros, nos beneficiaremos, pero prepárese y entienda que austeridad, es saber gastar y solidaridad, es ayudar, no derrochar. Por tanto, para explotar el éxito, no valen los aplausos solo, si: reducir gasto público; reformar Administración; planificar futuro de las pensiones; reducción del paro… crézcanse lo justo.

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