El tránsito de la pretemporada en la hoja de ruta

El Recreativo cierra una pretemporada teniendo el entrenador a su disposición una plantilla definida desde el arranque del trabajo mezclando un grupo de veteranos convencidos del proyecto para asesorar a los jóvenes ilusionados y dejando huecos al impulso de la cantera en su formación sin las opciones de anteriores etapas de cubrir fichas sub-23 con cedidos de otros clubes. La comisión deportiva, bajo la verificación de Roberto Ríos, tenía las ideas claras sobre el perfil de fichajes, algo que no sucedía hace mucho tiempo y no es normal una planificación tan ajustada a lo que se pretendía con tanta antelación con las 16 fichas senior ocupadas.

El Recreativo encara un curso aupado a su estatus de ser el rival a batir, pero debería tener presente que el trabajo progresivo de julio y agosto es solo la mediación de superar asignaturas de amistosos que no significa enamoramiento a la espera del exigente examen final. La pretemporada no limita nada, tampoco tomar juicios de valores de excesos de optimismo y sí acatar el tránsito con humildad. No será fácil la hoja de ruta de Segunda Federación porque Pedro Morilla necesitará un equipo versátil y con solvencia, muy competitivo y de ambición real sin bajar nunca la guardia al estar en la diana en todos los campos.

Y es que tras finalizar los ensayos, ahora tiene que acreditar con el cambio de escenario oficial todos los argumentos que desde el interior del club anuncian sobre sus pretensiones de ganar, ganar y volver a ganar. Pero, el Recreativo tiene que centrarse en lo que puede controlar cada jornada.