La simbiosis del Decano: Defender su grandeza frente a la supervivencia

El sueño arranca por tiempo indefinido en su fiel afición, seguirá en el campo con la horma de un reajuste de la plantilla exprimiendo un presupuesto de equipo de zona media-baja por la falta de recursos y se estrella constantemente con la realidad que condiciona el presente y su futuro a corto plazo. El Recreativo se encuentra siempre ante el verano de su vida entre los deseos y el miedo escénico, entre el cambio importante de giro de guion y la incoherencia de alcanzar unos objetivos asumido por la pobreza de su economía. Todavía resuenan los ecos de final de temporada y se visiona en el recreativismo el rearme total como desafío para descifrar las cuadrículas del crucigrama de la planificación deportiva entre querer ser un aspirante sin parné y no poder responder a las exigencias.

La simbiosis de la “marca” Decano reside en la grandeza de la supervivencia continua que atesora su vasta historia. No hay cambio de discurso. Una identidad a la altura de lo que realmente significa la defensa de la partida de nacimiento del fútbol español. La constancia y perseverancia en todas sus acciones y actos que tienen la magnitud de la unión del club y su renovada generación de jóvenes seguidores que honra y ensalzan guardando la fe en cumplimento de sus obligaciones sin defraudar la confianza depositada en sus respuestas.

El Recreativo que viene ya se ha puesto manos a la obra para acondicionar la base de la continuidad del proyecto. Nuevas esperanzas sin prescindir de la dura realidad. Un trabajo laborioso bajo la psicosis de la espada de Damocles tras la sentencia TSJA favorable a Gildoy España en anular y revocar la expropiación de acciones. La amenaza persistente para la estabilidad del plantel, la seguridad de contratos y patrocinios, además de afrontar los pagos del convenio singular con las administraciones públicas. Mirar por el retrovisor desafiando las expectativas. Como vuelva Pablo Comas ¡apaga y vámonos!