Uno de los mejores fichajes que ha hecho Lo siguiente, el programa que presenta Raquel Sánchez Silva cada noche en La 1, es el de Ana Milán. La actriz ya participó en Likes, el formato de Movistar+ en el que está inspirado el de la cadena pública. Y su presencia se echaba de menos. Milán aparece algunas noches junto a Raquel para entrevistar al invitado y comentar los temas de los que se habla en el programa. Si algo caracteriza a Ana es su sinceridad y contundencia, siempre acompañadas de una elegancia y un particular sentido del humor que se han convertido en su seña de identidad.

Hace unas semanas, cuando se conoció el despido de Itziar Castro de Operación Triunfo, fueron muchos los que pidieron en redes sociales que su sustituta fuera Ana. Algo que los fans de OT ya solicitaron antes de que comenzase la actual edición, cuando se supo que Los Javis dejaban libre el puesto de profesor de interpretación. Su fichaje hubiera sido un gran acierto. Tan solo hay que ver cómo la mujer que interpretó a Victoria de la Vega en Camera Café durante más de quinientos capítulos ha sido capaz de que los programas y series en los que ha participado se recuerden en buena parte por su presencia. Su interpretación de Sonsoles, o lo que es lo mismo Sandra de la Vega, en Yo soy Bea es inolvidable. Así como su participación en Física o Química como Olimpia, la directora del instituto, su breve paso por Web Therapy o su trabajo en Amar es para siempre. Digno de ver es también su papel en Paquita Salas, algo que deja patente que se adapta a la perfección a trabajar con jóvenes promesas y a las nuevas formas de hacer series de televisión. Vamos, que da igual que se convierta en limpiadora, directiva o profesora o que la serie esté dirigida a un tipo de público u otro. En todos los papeles resulta igual de creíble.

Su ironía y su fuerza también son positivas para presentar programas de televisión. Ya lo demostró en Password y en Caiga quien Caiga. Su sinceridad en redes sociales también es de admirar. Escribe lo que piensa sin salirse del tiesto. Y eso no es fácil cuando se trata de opinar de temas delicados. Oye, y que también escribe libros. Qué polifacética.

Recuerdo como si fuera ayer cuando vi a Ana en la obra de teatro El diario de Adán y Eva. Cada vez que acudo a disfrutar de una representación teatral son muchas las emociones que se despiertan en mí. Pero aquella vez fue mágica. Fue la única ocasión en la que terminé llorando por la cantidad de sentimientos que me transmitió la obra. Y esos sentimientos solo son capaces de transmitirlos personas que se toman en serio su trabajo y que no pierden su esencia ni cuando se meten en la piel de un personaje. Todo esto refleja que la presencia de Ana Milán en televisión es necesaria y que cadenas y productoras deberían darle más oportunidades. Los espectadores saldríamos ganando.

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