Hablar de Huelva es hablar de uno de los tejidos económicos referentes a escala regional, nacional e internacional, que tiene en las empresas industriales y en las explotaciones mineras de la provincia los mejores ejemplos de gestión responsable, eficiente y sostenible. Una industria cercana, comprometida y segura, que en tiempos de recuperación representa una apuesta firme para seguir creciendo.

No en vano, las industrias que componen la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe) y las explotaciones mineras de Matsa (Minas Aguas Teñidas, Mina Magdalena y Mina Sotiel) y Atalaya Riotinto Minera, que forman parte de la Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios, Aminer, suman en conjunto más de 10.000 millones de euros de facturación anual.

La ejemplaridad en el desempeño de su actividad, su apuesta por la seguridad, la implementación de técnicas que impulsen la economía circular y su compromiso con la ciudadanía han convertido a la industria onubense en un modelo a seguir más allá de nuestras fronteras. A ello ha contribuido, en gran medida, el desarrollo de una comunicación eficaz, rápida y rigurosa, que ha sabido poner en valor su importancia contrarrestando informaciones de escaso crédito y que la ha posicionado en el lugar que merece.

Una posición de éxito ligado de forma indisoluble, por otra parte, al del Puerto de Huelva, que en 2019 alcanzó un histórico quinto lugar entre las Autoridades Portuarias de España con un tráfico de 34 millones de toneladas. Esta simbiosis ha permitido no solo el crecimiento del sector y de las empresas que de él forman parte, sino que ha convertido a Huelva en un escaparate inmejorable para posibles inversores. Gracias a estas infraestructuras, empresas como Impala ven en la provincia una oportunidad para emprender nuevos negocios.

Otro de los aspectos más destacados y que ha propiciado este desarrollo de la industria onubense es su capacidad para innovar, para invertir en I+D+i y aplicar sus resultados. Empresas como Fertiberia, cuya colaboración con la Universidad de Sevilla a través del Centro de Tecnologías Ambientales permite el desarrollo de productos más sostenibles para el sector agroalimentario, o Atlantic Copper, con alianzas tanto con instituciones nacionales, como las universidades de Huelva, Sevilla, Barcelona, Politécnica de Madrid o la Fundación Gómez Pardo, como internacionales, ponen de manifiesto la inversión de la industria de Huelva en un futuro más eficiente.

Y es que si algo caracteriza al sector es su empeño en seguir posicionándose como un modelo de industria ambientalmente responsable, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una industria que cuida de su entorno, defensora de la economía circular e involucrada en la transición energética.

Huelva es su industria y la industria es Huelva. Una unidad indivisible cuya mejor versión es, sin duda, la solución para seguir construyendo el mejor futuro de Andalucía.