"La vida es como una novela policiaca con un enigma que no se resuelve"

El novelista publica 'Sevilla, Estación Términus', un relato híbrido entre el género de intriga y la 'meditatio mortis'

El escritor y catedrático onubense José María Vaz de Soto.
Alberto Neto / Sevilla

18 de septiembre 2009 - 05:00

Sevilla, Estación Términus, la última obra de José María Vaz de Soto, publicada por la editorial Algaida, compagina la intriga y la meditación, el nihilismo, la enfermedad y el amor bajo la visión de dos personajes contrapuestos que se encuentran en la capital andaluza para hablar acerca de la vida y la muerte. En su camino se entrecuzarán sujetos de toda índole que provocarán reflexiones sobre el hombre y el mundo de nuestros días, además de un crimen que deberán resolver en medio de unas turbulentas relaciones entre ellos.

-¿Por qué hace usted tanta reflexión en sus novelas sobre la existencia del hombre?

-La existencia humana es el tema fundamental de la vida, pero también de una parte de la literatura. A veces me salgo de ese tema y me centro en el tema policiaco, pero siempre con el ánimo de trascender el género y plantear problemas filosóficos, pero no sería filosofía conceptual, sino una novela con ideas que trascienda a través de lo que se cuenta.

-¿Qué es lo que más le interesa del tema policiaco?

-Principalmente lo que me atrae es el misterio, porque la vida es como una novela policiaca. El misterio de lo que es el hombre sigue siempre ahí, pero los enigmas de lo policial se resuelven. También me quedaría con la estructura de indagación.

-¿Cuál es el significado del título de la obra?

-Sevilla es el telón de fondo, y Estación Términus es una metáfora ferroviaria. La vida es como un viaje en tren donde la última parada es la muerte.

-En la novela vemos que usa grandes monólogos. ¿Por qué utiliza esa técnica en este trabajo?

-Realmente son diálogos interminables, aunque también puede verse como una sucesión de monólogos en paralelo, con una cierta relación dialéctica.

-¿Qué es lo que más predomina a lo largo de todo el relato?

-En el discurso novelístico de Sevilla, Estación Términus predomina el diálogo. Me interesa más que las narraciones o las descripciones, las cuales son siempre breves y rápidas, en este caso.

-¿Se siente identificado con alguno de los personajes?

-Me identifico con todos porque yo creo personajes con cierta afinidad conmigo. En realidad, lo que piensa el autor es la síntesis resultante de la discusión entre los dos protagonistas.

-El personaje de Javier es ateo. No cree en Dios, ni en el matrimonio, ni en la familia. ¿Puede ser el reflejo de los valores de la sociedad actual?

-Sobre todo, es el reflejo de la mentalidad de los intelectuales de hoy. Es el resultado del pensamiento del siglo XX a partir de la caída de grandes mitos como el marxismo o el psicoanálisis, la cual nos llevaría a una especie de nihilismo.

-¿Pretende la novela ser una crítica a la cultura andaluza?

-Estoy a favor de una cultura andaluza potente, pero no falseada. Realmente sí hago cierta crítica que pongo en voz de algunos personajes, como el tema del nacionalismo andaluz, al que le doy un toque de ironía.

-¿No cree que la novela puede resultar dura para cierta gente que, al igual que el protagonista, sufre la depresión?

-Hay gente a la que no le gusta hablar de la depresión y de la muerte, sin embargo hay otras que se sienten liberadas al hablar de ello. Es una especie de psicoterapia, de catarsis según Aristóteles.

-Sorprende que en una novela con tanta reflexión sobre la condición humana se introduzca el tema policiaco. ¿Por qué lo incluye?

-Lo incorporo para dar intriga y aunque quizás pueda romper la estructura está muy relacionado con el tema principal. El que padece depresión piensa que se va a morir y esta muerte no deja de retomar otra vez el mismo tema.

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