Los trabajadores del mar
Junto a la épica de autores como Conrad o Melville, devotos del océano innumerable, hay otra más modesta pero no menos incitadora que celebra la esforzada tarea y el callado heroísmo de los trabajadores del mar, por usar el título de la novela de Victor Hugo. Entre nosotros, cualquier aproximación a la materia remite al alto precedente de Gran Sol, la ya clásica novela de Ignacio Aldecoa, un escritor de primer orden al que siempre conviene volver. Hugo escribió sobre los marineros de la isla anglonormanda de Guernsey, en el canal de la Mancha, donde vivió exiliado durante quince años. Aldecoa se embarcó con los pescadores del Cantábrico para viajar al inmenso caladero situado al oeste de Irlanda, el Great Sole de las cartas inglesas que los franceses llaman de la misma manera. Originario de Carboneras, Antonio Carrillo Alonso ha publicado una sobria y sencilla primera novela en la que evoca la vida de los pescadores de esa zona de la costa de Almería, a la vuelta del Cabo de Gata, donde se sitúan las conmovedoras experiencias de una humilde familia de marineros antes y después de la Guerra Civil.
Pescadores del Sur. Orillas de Carboneras aúna el planteamiento realista, la mirada antropológica y una intención claramente reivindicativa, que invita a la solidaridad con hombres curtidos, laboriosos, acostumbrados a luchar duro por la mera subsistencia. La narración es fluida aunque contiene partes digresivas, pero el lector las agradece porque informan de las viejas artes de los pescadores, que por aquella zona faenaban en aguas de Marruecos, el entorno de Alborán o las almadrabas del Estrecho. Tiene el mar sus palabras como las tiene el campo, de ahí la oportunidad de un glosario final donde Carrillo Alonso explica términos o acepciones desconocidos por la Academia. Aunque no sin dificultades, el norte de España ha cuidado en mayor medida las flotas pesqueras, por ejemplo en Galicia o el País Vasco, donde la tradición de los arrantzales se mantiene muy viva. La costa andaluza, sin embargo, en parte por la devastación del turismo, ha visto reducidas a lo mínimo las antiguas pesquerías. Hay por ello algo de melancolía en esta honrada, valiosa y evocadora recreación de las gentes del mar, cuya forma de vida remite o lleva camino de remitir a otro mundo perdido.
Antonio Carrillo Alonso. Arráez Editores. Almería, 2013. 304 páginas. 15 euros
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