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La tablilla ayamontina de Van Hemessen

  • Una de las mejores tablas del antiguo retablo del Salvador de Ayamonte corresponde a la escena de la flagelación a cargo del pintor flamenco, que ahora se expone en la Casa Grande

Cuadro Flagelación de Cristo, de Jan Sanders van Hemessen, existente en Ayamonte.

Cuadro Flagelación de Cristo, de Jan Sanders van Hemessen, existente en Ayamonte.

La parroquia del barrio de la Villa, de Ayamonte, tiene como titular a Nuestro Señor y Salvador, cuya fiesta se celebra el 4 de agosto, la Transfiguración del Señor, fiesta instituida 1547 por Calixto III en memoria de la batalla de Belgrado. Por esta razón, el Marqués de Ayamonte, patrono de las iglesias del marquesado, procuró exornar aquella parroquia, dotándola de un retablo que tuviera como tema a Cristo Salvador. El artista elegido fue el ya afamado pintor flamenco Jan Sanders van Hemessen (h. 1500 - h. 1556), afincado en Amberes, quien debió realizar la obra hacia 1540.

Amberes era un centro comercial de primer orden, el principal puerto comercial del Mar del Norte, por donde pasaban las corrientes del dinero y de las ideas de toda Europa. Al puerto del Escalda afluían las especias portuguesas, la lana inglesa, los lingotes de oro de Alemania y la seda de Italia. De España llegaba el oro, las piedras preciosas, el vino y la grana cochinilla, colorante muy apreciado en Flandes. Y de Amberes salían innumerables obras de arte, que se exportaban a todos los puntos de Europa.

Con el cambio de gustos estéticos, en 1740 el retablo pictórico fue sustituido por otro de factura barroca, obra de José Fernando y Francisco José de Medinilla. Las tablas del retablo primitivo fueron repartidas por diferentes lugares del templo parroquial. Una de ellas se perdió. De otras sólo se conservan tablas sueltas, pero algunas podemos disfrutarlas en toda su belleza.

Podemos reconstruir la iconografía del conjunto. En el centro, la escena de la Transfiguración, por la titularidad de la parroquia. Cuatro cuatros, situados alrededor en forma de cruz, representan escenas de la Pasión: Cristo ante Pilato, Flagelación, Crucifixión y Llanto sobre Cristo muerto. En los cuatro ángulos, los cuatro evangelistas.

La escena

Contemplamos en esta ocasión La Flagelación de Cristo, una de las mejores tablas del antiguo retablo del Salvador de Ayamonte, que hemos atribuido al pintor de Amberes Jan Sanders van Hemessen, y que probablemente fue realizado hacia 1540.

La acción punitiva se ubica en un patio poco profundo, limitado por una galería de arcos de medio punto sobre pilares con pares de columnas adosadas, de los que arrancan sendas bóvedas de cañón con decoración de casetones octogonales. Cristo, entre dos sayones, centra la escena, captada en el momento de mayor intensidad emocional. Los verdugos han comenzado a descargar sus golpes sobre Jesús, sobre cuya piel han comenzado a correr las primeras gotas de una sangre limpia y transparente, descritas con intencionalidad teológica. La figura de Cristo ha sido compuesta en un escorzo inspirado en el Torso del Belvedere: desde la cabeza hasta el talón se establece un ritmo quebrado de fuerte sabor manierista. La belleza de la figura se ve potenciada por la pulcritud y transparencia de la blanca piel, en acusado contraste con la impresión sórdida de los fuertes colores de los ropajes y la piel tostada de los sayones.

Conjunto del retablo del Salvador, de Ayamonte. Conjunto del retablo del Salvador, de Ayamonte.

Conjunto del retablo del Salvador, de Ayamonte.

El rostro doliente de Cristo, de perfiles difuminados, deja translucir un gesto ensimismado en profunda oración redentora. De complexión robusta, se ven marcados los músculos trapecios y las clavículas al violentar la posición de los hombros. Los pectorales se aplastan, mientras que se producen pliegues abdominales por la inclinación del torso.

El sayón situado a la derecha de Cristo se arquea hacia atrás, presionado por el reducido espacio que permite la figura del Señor. Apoya un pie en la tarima del suplicio y el otro se retrasa, contraponiendo brazos y piernas. Con la mano izquierda agarra la cabeza de Cristo por el pelo, mientras levanta el brazo derecho con un flagelo de espinos en la mano, para descargar el golpe. El verdugo de la izquierda muestra una ferocidad rayana en la posesión diabólica: facciones grotescas, ojos desencajados, nariz gruesa, orejas anchas y deformes. El brazo derecho se cruza por delante del hombro y el izquierdo descansa sobre la pierna. Gira fuertemente la cabeza hacia la víctima para imprimir aún más violencia al gesto. El azote de seis cuerdas con tres nudos cada una, fijas a un largo mango torneado, va a caer fulminado sobre el torso de Cristo. La fuerza con la que aprieta la empuñadura hace que resalte la rudeza de los músculos y tendones del antebrazo. En la otra mano espera un segundo tipo de azote: un haz de varas de espinos, que el autor describe con extrema minuciosidad a base de finas pinceladas.

En varios planos se sitúan los personajes secundarios, los fariseos, vestidos con turbantes y túnicas orientales. En un plano intermedio, dos figuras acompañan al Pretor que porta una vara, en actitud de ordenar el suplicio. Apenas saliendo del arco del fondo se sitúa otro grupo de personas que contemplan sobrecogidas el sangriento espectáculo. Tras ellos, en el espacio cubierto por la bóveda, se halla un anciano, vestido con túnica verde y manto oro con aberturas laterales.

Cuadro Flagelación de Cristo, de Jan Sanders van Hemessen, existente en Ayamonte. Cuadro Flagelación de Cristo, de Jan Sanders van Hemessen, existente en Ayamonte.

Cuadro Flagelación de Cristo, de Jan Sanders van Hemessen, existente en Ayamonte.

Las manchas cromáticas se distribuyen armónicamente en equilibrados contrastes. Los tonos puros del blanco del perizoma y las calidades nacaradas de la piel de Cristo se ven enmarcadas y potenciadas por los intensísimos tonos del rojo a su derecha, y el verde oscuro a su izquierda, sirviendo de eje el jaspeado marmóreo de la columna.

Sobre el autor

Caracteriza a Jan van Hemessen un realismo rural –dignificado por estudiados escorzos y envuelto en un marco clásico–, que le sirve para expresar un sincero y llano sentimiento religioso. La notable diferencia entre las figuras principales y las secundarias, así como la ambientación arquitectónica, nos hablan de la intervención de maestros colaboradores u oficiales de taller especializados, entre los que Burr Wallen identifica a Jan Swart van Amstel o van Groningen, lo que permite datar esta obra hacia 1540.

Situación

La inscripción de la Serie pictórica del Misterio Pasional de Cristo fue incoada en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con carácter específico, a tenor de la ley 1/91, de 3 de julio, de Patrimonio Histórico de Andalucía, con fecha 5 de julio de 1993 por la Dirección General de Bienes Culturales, resolución publicada en el BOJA de 6 de noviembre de 1993. Finalmente, el 19 de julio de 1996, el obispo de Huelva, mons. Noguer Carmona, y el alcalde de Ayamonte, Isaías Pérez Saldaña, firmaron un convenio sobre la ubicación de las tablas, propiedad de la Parroquia del Salvador, una vez restauradas. En él se acordó que, con el fin de mantenerlas en el ambiente más idóneo para su conservación, se destinaría una sala especial en la Casa de la Cultura de Ayamonte, Casa Grande.

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