Cultura

Los sonidos de la música

  • El pianista belga Wim Mertens cierra el viernes en el Gran Teatro su gira europea con la trilogía 'Cran aux oeufs'

  • El concierto tendrá formato dúo con el violín de Tatiana Samouil

La música tuvo una parte de reinvención experimental en el minimalismo que comenzó al otro lado del Atlántico en los años 60 y que, sobre todo en las dos décadas posteriores, tuvo dosis de relativa popularidad a través de los trabajos de Phillip Glass y sus celebradas aportaciones al cine documental a partir de la hipnótica trilogía que abrió magistralmente Koyaanisqatsi en 1983. Mucho se le debe a Glass en ese sentido, pero también a Michael Nyman y a sus conocidas colaboraciones con Peter Greenaway. Aunque el director británico se abrió también a otras aportaciones musicales, como la de Wim Mertens en El vientre del arquitecto (1987), con participación también de Glenn Branca.

Pocos pueden dudar que Glass, Nyman y Mertens son grandes referentes, entre tantos menos populares, de esa nueva corriente que experimentó en el tránsito de la electrónica a la lírica, la naturaleza y al conceptualismo elevado a la máxima expresión, que es a la que llevan unos incuestionables genios creativos que, en el caso de Wim Mertens, se traduce en una abundante discografía desde 1980 que no para de crecer y de vestir en cambiantes ropajes sobre el escenario.

El trabajo que presenta cuestiona la conexión entre la música, la poesía y la verdad

La gira de su última trilogía, llamada Cran aux oeufs, le trae este viernes hasta Huelva, al Gran Teatro, donde la cerrará en España pero también en toda Europa, pendiente de salir de nuevo en octubre a los escenarios de Bélgica para presentar su próximo trabajo discográfico.

Avanzan los promotores de la gira española que ésta es una trilogía de musi-fiction que cuestiona la conexión entre la música, la poesía y la verdad. Y en la que se dan cita la Bruselas contemporánea, la antigua Roma y la Grecia antigua. Porque las tres patas en las que se apoya Cran aux oeufs son los tres álbumes precedentes del gran músico belga: Charaktersketch; What are we, locks, to do?; y Dust of truths, unidos aquí en una misma carpeta que ha dado sentido al conjunto en esta gira.

La puesta en escena de Mertens es conocida por su versatilidad. Porque igual puede presentarse solo en el escenario, con la compañía de su piano, que en formato trío, con violín y violonchelo adicionales, o en ensemble, con el que añade contrabajo y un segundo violín.

Mañana, en Barcelona, última parada antes del Gran Teatro de Huelva, saldrá al escenario el trío de Wim Mertens. Aquí, el viernes, se verá la versión dúo, con la violinista Tatiana Samouil en complemento a su piano y su voz.

El repertorio en Huelva incluirá los temas más destacados de los tres álbumes que componen Cran aux oeufs, aunque incluirá también un anticipo de las nuevas composiciones que llevará en su próximo álbum, y quién sabe si alguna sorpresa para los fieles seguidores en este final de gira, sin nuevas fechas hasta ahora. El concierto constará, de hecho, de una primera parte de unos 55 minutos y una segunda en torno a la hora de duración, con un descanso intermedio de quince minutos. Un tiempo para el puro deleite en un lujazo de recital, único, programado en Huelva.

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