literatura

La poesía que fluye por el río

  • El grupo Militancia Poética llena de versos el ferri fronterizo del Guadiana

Por las tierras del Bajo Guadiana son constantes las acciones que se desarrollan en torno a la poesía. Autores de uno y otro lado del río, junto a compañeros de otros puntos, unen sus esfuerzos y sus inquietudes para mostrar lo mejor de su creación. Fue así como estos días se pudo ver al grupo Militancia poética en plena acción creativa. Manuel, José y Montse, liderados por Camino, mujer infatigable y enamorada de los versos de tantos autores, se subieron al ferri que une Ayamonte y Villa Real de San Antonio para desplegar sus mejores velas, en una aventura efímera pero extremadamente bella e impactante.

Elementos visuales formados por maletas, bolsos, mochilas y todo aquello que se pueda imaginar para un viaje, fueron el soporte que en esta ocasión se ideó para esta exposición sorpresiva y de una extraordinaria composición. Si hace unos días en el Centro Cultural Harina de otro costal, en Trigueros, utilizaron la imagen de los gatos, en ésta, el soporte eran los elementos útiles para un viaje a cualquier lado.

Versos o poemas de autores que están en el índice de esta mujer y que le reportan una enorme satisfacción. Poemas descritos con enorme claridad en castellano, portugués, francés o inglés. Autores de cualquier rincón de este país sumergido en las aguas de la poética más auténtica. Hombres y mujeres que definen los conceptos y suavizan las vivencias. Gentes unidas en la proa y en la popa de este transporte tan querido en la Foz del Guadiana. Manos enlazadas a babor y estribor de este poemario visual, recreo de los cientos de viajeros que lo utilizan a diario.

Allí pasearon los versos de Ángel Calle y Juan Carlos Mestre; de Pablo Muller y David Trashumante; los de Inma Luna o Iris Almenara o los de los onubenses Eva Vaz y Eladio Orta. Así hasta más de cuarenta autores. Una visión de la poesía capaz de hacer una travesía corta en la desembocadura o una larga en la inmensidad de esta costa tan luminosa y tan llena de palabras.

Las facilidades del transporte del Guadiana dejó que el Virgen de los Milagros se emborrachara de versos nuevos y miradas confundidas con un horizonte que cada vez se hace más poesía, más inquietud de cien mil quilates.

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