Cultura

"Los poemas calan: son de amor y desamor, breves, sencillos y con contenido"

  • 'Huelva Información' y Grupo Joly publican mañana 'Idilios', los poemas de amor inéditos del Nobel La edición es de La Isla de Siltolá y patrocinan la Diputación, La Caixa y el Puerto

A la primera edición de Apartamiento, con 40 inéditos, y a la tercera de Libros de Amor, con 12 poemas nuevos, seguirá la publicación en otoño de la gran autobiografía Vida (Monumento de Amor está en imprenta, si bien es difícil precisar cuándo verá la luz). Joyas literarias que son, ni más ni menos, los frutos anhelados de un largo camino de investigaciones, esfuerzos, esperanzas, estudios, amor y tesón que se están viendo recompensados en un año que desde su nacimiento ya auguraba ser el suyo: el de Juan Ramón Jiménez.

Así lo advirtió desde que nació el 2013 el lanzamiento de Idilios, un libro escrito en 1912 y dedicado a Zenobia Camprubí, con poemas de amor que nunca habían visto la luz hasta ser publicados en febrero por la editorial sevillana La Isla de Siltolá, con prólogo del traductor, novelista, ensayista y reconocido poeta Antonio Colinas y con la introducción, edición y estudio de la profesora y experta juanramoniana Rocío Fernández Berrocal.

Idilios incluye 98 poemas, de los cuales 38 son totalmente inéditos. El resto había aparecido de forma fragmentaria y dispersa en diferentes publicaciones con transcripciones dispares. La publicación de la obra tuvo una enorme repercusión y, con motivo de su 30 aniversario, Huelva Información y Grupo Joly lo lanzan al mercado mañana al precio de tres euros más 1,20 del periódico.

En este libro editado por La Isla de Siltolá ha participado Carmen Hernández-Pinzón Moreno, representante de los herederos del autor nacido en Moguer. Gracias a la labor incansable de su padre, Francisco Hernánde-Pinzón, y suya, así como a su total entrega, de forma periódica ven la luz nuevas publicaciones del Nobel que ayudan a obtener una perspectiva más completa de su evolución. Hernández-Pinzón responde a las preguntas de Huelva Información con motivo de la divulgación de esta obra.

-El libro está teniendo una gran repercusión. ¿Cree que la temática ha sido determinante?

-Sí, son poemas de amor y desamor. Poemas fáciles y breves en su mayoría. La primera parte, la de Idilios Clásicos, la dedica Juan Ramón al amor de otras mujeres y la segunda, la de Idilios Románticos, a Zenobia en la primera época. Los poemas, aunque breves, tienen un tremendo contenido y son muy hermosos, creo que han calado. Idilios es uno de los libros que más repercusión mediática ha tenido después de Libro de Amor, que fue un hito en la difusión porque es de tipo erótico y eso siempre levanta pasiones. Después de esa publicación, nunca hubo tanta repercusión en los medios.

-La difusión en los medios ha sido extraordinaria.

-Si, ha sido enorme. Cerca de un centenar de críticas y citas importantes en prensa, radio y blogs. Y la verdad es que se han hecho muchas entrevistas a Rocío, al editor y a mí. El libro ha tenido un enorme éxito e, incluso, alguna semana estuvo en la lista de los más vendidos, cosa extraña tratándose de una obra de poesía. El libro se ha conocido y se ha hablado de él. Además se ha presentado muchas veces: dos en Moguer, además de en Sevilla y Huelva, con bastante afluencia de público.

-Antonio Colinas definió en una entrevista concedida a este periódico en enero los poemas de Idilios como "breves, espirituales, ágiles y con genio". ¿Está de acuerdo con su percepción?

-Es totamente acertada la definición. El libro tiene mucho contenido porque son poemas que dan que pensar muchísimo, aunque a veces sólo sean tres o cuatro versos. Él se encontraba en una época que se suele llamar sensitiva, muy apartado en Moguer, muy alejado de la vorágine vivida en Madrid con los poetas del Modernismo que influyeron en sus primeros libros. Un poco asqueado de todo ello, Juan Ramón se refugió en Moguer en aquella etapa y escribió unos libros hermosísimos. No solo estos, sino también Apartamiento, Domingos y El corazón en la mano, así como otros que permanecen inéditos, que gozan de una gran belleza y profundidad en sus contenidos. En ellos ya se adivina al Juan Ramón que sería luego.

-Idilios podría resumir la etapa que va de 1908 a 1917, con origen en ese retiro moguereño y fin con la publicación de Diario de un poeta recién casado, escrito durante su viaje a América. ¿Hubo realmente una ruptura en 1916 con esta última obra?

-Se han dejado de conocer a nivel público (no de la familia) muchos libros que son de esa época, que ahora están viendo la luz y que supusieron un ir avanzando. Juan Ramón no es rupturista, sino evolucionista. Él va creciendo. Por ello, entre Laberinto y la publicación de Diario de un poeta recién casado se observó un salto poético descomunal, al haber quedado inéditos una serie de libros fundamentales en su devenir poético, pero en los libros de esa época está el germen de lo que luego serían las obras cumbres del gran y altísimo poeta.

-Este año se celebra el centenario del primer encuentro entre el Nobel y Zenobia.

-Se conocieron a finales de junio de 1913 y entonces él empezó a escribir Idilios y Monumento de amor, así como poemas de otros libros. Estamos en vías de publicar este último libro, que está en imprenta. Está dedicado a Zenobia, tal y como hizo con muchos poemas y libros. En este caso quería hacerle un monumento al amor que sentía por ella y que ambos sentían mutuamente. A veces él incluye los poemas en ambos libros, en Monumento e Idilios, al estar dirigidos a Zenobia y tener la misma temática.

-Entonces, ¿Monumento de Amor cerraría el círculo junto al Diario de un poeta recién casado?

-Él dice que su historia de amor con Zenobia la forman esos tres libros. Su amor por ella se puede resumir en esos tres libros, principalmente, y en la obra última que escribió en el exilio, muy próximo a su muerte: De ríos que se van, ya publicada y que forma parte de su Lírica de una Atlántida.

-Idilios ha sacado la luz poemas inéditos. En este caso, 38 de un total de 98.

-Sí, había uno que estaba imposible porque parte se había borrado, ya que Juan Ramón siempre escribía a lápiz, pero en 98 se cierra el número. Él dice que quiere que el libro tenga 98 poemas: dejó portadas y portadillas. Juan Ramón dejó anotado cómo tenía que ser el modelo, el formato, la división de los libros. Eso está en el archivo de Puerto Rico. Y el resto de poemas han supuesto una labor de búsqueda en diferentes carpetas porque en la carpeta de Idilios hay unos cuantos, pero el resto está repartido y sin clasificar. Eso pasa con este libro y con todos los demás.

-¿Es cierto que ocho aparecieron por sorpresa en la Fundación?

-Sí, la Residencia de Estudiantes financió la digitalización de los libros de la Fundación y en aquel proceso aparecieron ocho, aunque también los prólogos de Monumento de Amor, desconocidos hasta entonces.

-"El idilio eras tú", dijo el poeta en referencia a Zenobia Camprubí. ¿Por qué la dedicatoria reza: "In Memoriam/Z.C.A,/ muerta para el amor"?

-Es que ella, en un primer momento, se enamora pero a medida que va avanzando le va viendo todo tipo de inconvenientes. Además su madre se opone ferozmente a esa relación, con lo cual Zenobia le da una de cal y otra de arena. Pero tampoco corta radicalmente con él ni deja de verle o de escribirle. Y, claro, tienen una lucha en la que él se enfada muchísimo a veces porque ella se mete con él. Zenobia era muy alegre y muy risueña, y Juan Ramón era melancólico. Y claro, lo atacaba pero conocía la valía de Juan Ramón. Y gracias a uno de esos enfados se publicó Platero y yo.

-¿Qué ocurrió?

-Él tenía guardado el libro y quería verlo publicado cuando se editaran sus obras completas. Juan Ramón se comprometió con el director de La Lectura en darle una traducción (utilizaba la traducción para acercarse a ella, lo hacían juntos). Pero en esa época Zenobia se negaba a verlo y el director de La Lectura le agobiaba con la entrega del texto. Y se lo dijo en una carta: "Yo había pensado, hace meses, darle una Elegía en prosa, que tengo escrita; unas escenas entre el asnocho y yo. Pero como ahora este librito va en la edición completa de mis obras, no me conviene darlo a La Lectura". Por ello, un enfado con ella es lo que le llevó a publicar Platero y yo. Sobre todo fue duro el 1914, con bastantes desencuentros. Él era un hombre que tenía mucho éxito con las mujeres y ella se ponía celosa, aparte de caracteres completamente distintos. Tuvieron desencuentros hasta que al final se hicieron novios y se casaron.

-¿Por qué no modificó la dedicatoria en éste u otros casos?

-Juan Ramón era partidario de conservarlas. Incluso le pasa con personas a las que dedicó libros y con quienes cortó su relación, como con autores del 27. Él decía que en ese momento sentía eso y que había que respetarlo. No quiso modificarlas, aunque sí retocaba los poemas.

-¿Cree que este hecho arroja luz y puede ser reflejo de su coherencia?

-Aparte, él sabía que esos libros no iban a publicarse en vida, que con los borradores que dejaba y las indicaciones se publicarían más tarde. Porque tan importante son los textos como las notas y las estructuras el libro. Eso es importantísimo y fundamental para saber cómo tienes que estructurar el libro porque, además, y él mismo lo dice, no es lo mismo un poema colocado en una parte que en otra. Los poemas deben tener un hilo conductor, hay que encontrarlos y colócalos en su sitio. Hay que hallar ese hilo para que el libro sea coherente. Ahí estriba la dificultad. Porque una vez que los encuentras debes tener esa unidad temática que haga el libro coherente, hermoso y bello.

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