La plaza de La Merced vivió una de las mañanas más importantes cuantas hayan acontecido en estos 40 años de plaza.La intencionalidad del empresario José Luis Pereda entraba en esa loable idea de homenajear al abonado. Fueron unos trescientos; podían haber sido más, sí, pero el caso es que lo novedoso de la experiencia deja abierta sin duda la esperanza de que no sea la única de este tipo que deba prodigarse en el tiempo.

Mañana espléndida en lo climatológico y entretenida en todo su desarrollo por cuanto posiblemente para muchos de los allí presentes contemplaran por primera vez estas tareas llamadas camperas , en cuanto su sitio natural es el campo, pero ilustrativas por cuanto desde la tribuna de comentaristas fue un lujo contar con las explicaciones del ganadero Marcelino Acosta, las que otorgó el ganadero titular de las vacas, José Luis Pereda, las explicaciones de cada uno de los novilleros actuantes como fue el caso de Enrique Toro, Carlos Tirado y Guillermo Luna y la del picador encargado de la tienta a caballo como fue Rafael Carbonell y el apoyo del onubense Juanlu a la hora de parar las vacas.

Jornada muy ilustrativa en cuanto al trabajo ganadero y en su idea original muy justa con el publico fiel a la plaza como reconocía en sus palabras de saludo el propio Pereda.Después, una garbanzada y jornada de convivencia sobre el ruedo mercedario dieron para argumentos bonitos con los que rematar una jornada tremendamente importante para la Fiesta.