Los piratas navegan en clave artesanal

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Los piratas navegan en clave artesanal

17 de agosto 2012 - 05:00

Como todo atento merodeador de las salas de cine sabe, si es que queda alguno en estos tiempos de "métodos alternativos" para ver películas -o si los pocos que quedan de la vieja escuela sobreviven al ivazo que arranca con la temporada en septiembre-, la animación ha caído en manos de los ordenadores. Encabezados por Pixar, la infografía ha mandado al desván a los viejos ilustradores que se pasaban horas con lápiz y papel, siendo sustituidos por stajanovistas del teclado que hacen turnos de 24 horas. Pero aún quedan románticos a los que les gusta seguir con los métodos artesanales. Es el caso del estudio británico Aardman, los creadores de los personajes ya clásicos de Wallace & Gromit y de algunos éxitos como Chicken Run. Frente al poder de los gigabytes esta gente sigue fiel a la técnica denominada stop- motion. Es decir, coger muñequitos de plastilina y filmarlos plano a plano, con cambios en sus movimientos y expresiones casi imperceptibles, pero que acaban dando sensación de continuidad en pantalla. Como es imaginable, se trata de un auténtico trabajo de chinos.

La Aardman sigue así los pasos de maestros de esta técnica como el gran Ray Harryhausen, que mezclaba a sus muñecos animados con personajes reales en clásicos como Jason y los Argonautas o Simbad y la princesa. Tras el fracaso de Furia de Titanes a primeros de los 80, Harryhausen se retiró, porque sus trabajos parecían arcaicos en plena eclosión de los efectos especiales. Pero ahora, por uno de estos movimientos pendulares que da la vida, el stop -motion se está reivindicando. Al estreno hoy de ¡Piratas! se une antes de que acabe el verano El alucinante mundo de Norman y posteriormente Frankenweenie, donde Tim Burton recupera uno de sus primeros cortos como recurso para salir de los interrogantes que están dejando sus últimos títulos. Como se ve, lo bueno puede quedar latente pero acaba volviendo.

Centrándonos en el estreno de hoy viernes ¡Piratas!, es un buen ejemplo de lo complicado que es la técnica de animar plano a plano. Ha requerido 70 modeladores y 250 marionetas, para un total de 113 personajes (alguno de ellos requería más de un modelo para recrearse). El buque que alberga a la tripulación del film requirió 5.000 horas de trabajo. Mide cuatro metros de alto por cuatro y medio de ancho, y pesa una tonelada. La barba del capitán pirata tiene cinco mecanismos diferentes para dar credibilidad a sus movimientos. Y así un largo etcétera. Aunque uno de los mayores aciertos de este film es recuperar los viejos filmes de piratas, aunque sea en clave humorística y paródica. La historia nos presenta a una desaliñada tripulación de bucaneros dirigida por un peculiar capitán que sueña con ganar el concurso de pirata del año. Eso les lleva a enfrentarse con duros rivales e incluso la reina de Inglaterra, en un viaje que les trasladará del Caribe a las calles de Londres, con secundarios de lujo como el propio Charles Darwin.

Una de los aspectos que estas producciones animadas cuidan son las voces, y esta vez se ha hecho también en la versión española. Si el capitán pirata es en inglés Hugh Grant, en el doblaje es José Coronado, que debuta en estos menesteres. Y como guinda Andrés Iniesta encargándose de uno de los miembros secundarios de la tripulación, rentabilizando así sus proezas en los campos futbolísticos.

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