CineBox Aqualon Puerto Huelva. - Producción: España-Argentina, 2009. - Duración: 98 minutos. - Dirección: Gerardo Herrero. - Guión: Nicolás Saad basado en la novela homónima de Hugo Burel. - Fotografía: Alfredo Mayo. - Música: Lucio Godoy. - Montaje: Fernando Pardo. - Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Erika Rivas, Miguel Ángel Solá, Juana Daicz, Santiago Daicz, Marta Lubos, Jorge Sabaté, Manuel Vicente, Umbra Colombo.

Esta película fue la que se estrenó en la gala inaugural del último Festival de Cine Iberoamericano de Huelva el pasado mes de Noviembre, que a última hora había entrado en la competición, lo que se aprovechó para presentarla excepcionalmente en esa sesión de apertura. Como bien sabemos el film no contó en las consideraciones de los jurados de los distintos premios otorgados por el Certamen.

En esta vuelta a la dirección el productor y director Gerardo Herrero, nos propone este "thriller psicológico", género en el que se inscribe esta película que en principio solo participaba como título estelar de la gala inaugural del Festival. En los últimos días se decidió incorporarla a la Sección de Concurso, con lo que entró con todas las consecuencias en el concurso junto a las doce restantes en la pugna por el Colón de Oro del Jurado y del Público así como para el resto de los galardones.

El film nos cuenta como la vida del ejecutivo Eduardo López, directivo de una empresa aseguradora, que relaja sus estrés de trabajo corriendo por calles y avenidas bonaerenses, sufre repentinamente un giro imprevisible y radical cuando conoce en el aeropuerto de regreso de un viaje de negocios a un tal Raimundo Conti, un tipo extraño, enigmático y misterioso, empeñado en que sea un hombre más libre. Este misterioso benefactor que le aconseja cambiar de vida, le asedia inexorablemente, persistentemente, de una manera ominosa e implacable. La existencia del agobiado Eduardo comienza un paulatino descenso hacia extremos confusos, resbaladizos e inexplicables. Correr no conduce a ningún sitio.

La intriga invita a la reflexión y la cavilación a una especulación sobre dilemas hoy muy presentes: la lucha por el poder, la manipulación, la misma crisis económica. Las trapisondas en el mundo empresarial y laboral. Trasladado de la novela del escritor uruguayo Hugo Burel, Nicolás Saad, ha construido un guión en el que ha tratado de mantener el clima de incertidumbre del texto original, sin grandes estridencias, sin contorsiones circunstanciales, haciéndolo fluir lenta, sinuosamente. Eso sí domina una atmósfera de pesadilla agobiante, angustiosa y persuasiva que afecta sensiblemente al protagonista, abrumado en un ámbito de intensa amoralidad y ética agonizante.

Hay un factor interesante y valioso en el aspecto estético de la película que nos presenta la magnífica fotografía de Alfredo Mayo. Esto proporciona a los diversos planos un tono, una iluminación, que contribuyen a acentuar el grado de desasosiego de la trama. Es una lástima que en algunos momentos ciertos pasajes se dilaten demasiado, los diálogos se hagan excesivamente insistentes y reiterativos y los subrayados innecesarios. Hay cosas demasiado obvias. Buena la interpretación, especialmente de los dos protagonistas, Leonardo Sbaraglia y Miguel Ángel Solá, un veterano del Festival, cuyo talento tienen más que probado y a los que hay que añadir la destacada actuación de Manuel Vicente y Érika Rivas, a la que recordamos de Garaje Olimpo (1999), que también se presentó con éxito en nuestro Certamen cinematográfico. La invocación a mitos literarios parece un tanto irrelevante. En suma otra visión maniquea de nuestro tiempo.