La penúltima entrega

Multicines La dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, Cineápolis Lepe, El Condado Cinemas 7, Al Andalus Punta Umbría y Ayamonte: Reino Unido, 2009.- T.O.: 'Harry Potter and the half-blood prince'.- Duración: 110 minutos.- Dirección: David Yates.- Guión: Steve Kloves basado en la novela de J. Mark Day. Intérpretes: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupet Grint, Alan Rickman, Ralph Fiennes, Heleba Bonham Carter, Tom Felton, Helen McCroy, Robbie Coltrane, Maggie Smith.

Dicen, aseguran, sostienen que ésta es la penúltima entrega de la interminable serie de Harry Potter. La última, ya en pleno rodaje, para alargar la cosa, tendrá dos partes. Tras la sucesión de directores que han pasado por la serie: Chris Columbus, Mike Newell y Alfonso Cuarón, parece que el británico David Yates, director de ésta y de la anterior, será el realizador que pondrá fin a las historias de este personaje creado por la fructífera J. K. Rowling. Tiene esta sexta entrega que ahora nos ocupa un aire oscuro, tétrico, más tenebroso que nunca. En ese marco inquietante unos adolescentes protagonistas, están más interesados en sus amores platónicos, en sus injustificados celos y en sus indemnes contactos, que en las intrigas protagonizadas por mágicas criaturas, malvados hechiceros, perversos nigromantes y sortilegios de todo tipo. Como siempre todo se pone al servicio de ese recital de efectos visuales que componen la mayor intensidad del discurso aventurero que frecuentan habitualmente los personajes que acompañan al inefable protagonista. Aquí, cuando se cumple el sexto año en el Colegio Howgarts de Magia y Hechicería, el joven Harry Potter, tendrá acceso a un misterioso libro de pócimas. El texto pertenece a alguien conocido como Príncipe Mestizo, y revelará importantes enigmas decisivos para derrotar al maléfico Lord Voldemort. Harry contará con la ayuda de sus amigos Ron y Hermione, así como del profesor Dumbledore, quien ha recurrido a un viejo conocido que posee una información decisiva, el profesor Horace Slughorn.

La saga literaria más fructífera de todos los tiempos tanto por lo que se refiere a la venta de libros como a las jugosas taquillas que logra en las salas cinematográficas de todo el mundo, nos ofrece una reiteración de situaciones más o menos conocidas. Los distintos arriesgados lances se suceden de nuevo, la envoltura mágica y el halo misterioso ilustran por doquier las diferentes secuencias de la película. De sobra sabe el experimentado David Yates cuales son los ingredientes que debe usar para no decepcionar a los millones de seguidores de las aventuras de Harry Potter, para que ahora pretenda salir de cauces tan conocidos y excitantes para esa gran mayoría de niños y adolescentes que tienen en este héroe juvenil como un ídolo de la gran pantalla.

Harry Potter, como siempre, suele volver en verano. Es un fruto que ha ido madurando cada cierto tiempo y siempre brota con el caluroso estío. Es como la noticia de un estreno anunciado, la inevitable secuela.

De poco sirve que el protagonista se haya hecho mayor. La novela, que ya de por sí es un acontecimiento comercial de primera magnitud, se adapta en todo lo habido y por haber con tal de llegar un verano más a la cabeza de la recaudación taquillera en innumerables salas del mundo. La novelista, la afortunada J. K. Rowling, como los guionistas de turno, saben que repetir la fórmula no es más que asegurarse el éxito, ante una legión de lectores y espectadores a los que no les importa leer y ver siempre lo mismo.

"Harry Potter y el misterio del príncipe" viene a confirmar la decadencia de la serie que ya advertíamos en la última secuela. No hay más que ver el cambio de directores a partir de la tercera entrega. De lo cual se deduce que sea quien sea el autor del guión o el director de la película, el invento se ha convertido en un producto comercial que no hace más que repetir hasta la saciedad prácticamente todos los embelecos supuestamente mágicos y espectaculares de la historia. De tal manera es así que, David Yates, el realizador de la entrega precedente, con un buen bagaje en televisión y director hasta entonces de una sola película, "The Tichborne Claimant", inédita en las pantallas españolas, se limita a seguir fielmente los moldes prefijados en anteriores realizaciones. Con eso basta.