Correspondía en el cuarto viernes de mayo, celebrar el segund de los cinco eventos que comprende este primer Circuito Flamenco que patrocina la Fundación Cajasol de Huelva en la coqueta y acogedora Tertulia Cultural Flamenca Las Colonias de Huelva, donde, a pesar de las distintas actividades flamencas que había ese día en la capital, se registró -como siempre- una excelente asistencia de socios y aficionados, que al regresar éstos a sus hogares una vez concluida la actuación, iban impregnados del arte y flamenquismo que se había vivido ya que fue de esas noches que dejan huella y recuerdo, con un sabor y regusto en una de esas tradiciones que tiene nuestro pueblo andaluz, como son nuestros universalmente conocidos y reconocidos cantes flamencos.

Una vez hecha la correspondiente presentación protocolaria por el presidente de la entidad flamenca, íbamos a tener una novedosa forma del conferenciante, el aracenense, Luis González Martín -miembro de la Federación Onubense de Peñas Flamencas El Fandango- de presentar la gala y a los artistas programados por la citada Federación, para actuar en este viernes.

Como si de una obra de teatro se tratara, emulando uno de esos cafés cantantes de primeros del siglo XX, se propuso Luis llevarlo a cabo simulando en el escenario una hipotética mesa camilla en su hogar, en la que había quedado citado con los artistas para un ensayo, pero que se retrasaban a causa del mal tiempo, inundaciones y avería en el ascensor, para, ante el sorprendido y admirado público -por las formas- degustar unos cantes que al finalizar se nos antojaron cortos en el tiempo.

Y así, se presentan en dicha vivienda dos parejas de enamorados flamencos para desgranar con ese infinito arte que atesoran, sus cantes y esos toques maravillosos a la guitarra, donde esperan no molestar a los vecinos de la simulada casa, que, entre copas de vino, comentarios y anécdotas flamencas por parte del conferenciante, hacer nacer una nueva forma de presentador y mantenedor en una gala flamenca, que fue tan del agrado del respetable, que hasta motivó que uno de los asistentes, inesperadamente, interviniese como público, en esta novedosa forma teatral-sainetesca de hacer flamenco, el cual comenta que está oyendo el cante y el toque y que hasta su niño que estudia oye embobado los sonidos del flamenco que se desgranan en esa noche, sin que molesten para nada.

Corresponden las voces a las cantaoras Virginia Gómez y Rocío Vázquez, con el magistral acompañamiento de las guitarras de Gaspar de Holanda y José Manuel Domínguez, disfrutando de una velada inolvidable, que hicieron detener el reloj de los tiempos en la veterana y flamenquísima Tertulia del barrio de Las Colonias.

Perfecta la simulación de estar reunidos en una vivienda en la que hasta el pájaro respetó el silencio y se oyeron de entrada unos estribillos choqueros con cantes de la tierra, de Rengel, Rebollo, Santa Bárbara, Calañas, y Alosno, en las flamenquísimas voces de Virginia y Rocío, al alimón, a los que siguieron intervenciones de cantes por alegrías, malagueñas -rematadas con ese fandango de Pérez de Guzmán- y seguiriya en la voz de Virginia Gómez, y los cantes por tientos-tangos, mineras y soleá, en la de Rocío Vázquez, con un fin de fiesta fantástico por ese jerezano cante de las bulerías, que fielmente fueron acompañados por esos maestros de la sonanta José Manuel Domínguez y Gaspar de Holanda, entre armoniosos y rítmicos acompañamientos de esas palmas por fiesta y la "pataíta por bulería" de Luis el de Aracena, llegando al delirio del público.

En resumen, noche para rabiar, en la que los duendes flamencos se aposentaron en la tertulia y en la que brillaron a gran altura estas dos jovencísimas cantaoras choqueras, así como esos dos afanados tocaores de la sonanta.

Enhorabuena a la Fundación Cajasol de Huelva por el acierto de patrocinar esta primera edición de este Circuito Flamenco, así como a la organización de la Federación Onubense de Peñas Flamencas El Fandango por la elección de sus participantes.