Cultura

Una niñera de nuestro tiempo

El mundo de las niñeras o las 'nanny' ha tenido un inmenso recorrido en la historia del cine, porque fueron muchas las películas que las tuvieron como personajes más o menos protagonistas de las más diversas historias. Y así hemos podido conocer en la pantalla niñeras de personalidades muy diferentes. Las hubo amables, cariñosas, mágicas -especie de hadas-madrinas como 'Mary Poppins' (1964)- entrañables, protectoras, dulces, cordiales, inteligentes e imaginativas. Pero también las hubo malvadas, perversas, desalmadas y hasta asesinas. Curiosamente ha sido un personaje peculiar y a la vez de favorable acogida entre el público.

Esta nueva niñera irrumpe en la actualidad cinematográfica con una personalidad tan rutilante como la de Scarlett Johansson, una actriz en el máximo apogeo de su carrera y popularidad, lo cual la convierte en figura señera de la cartelera. Con su atractivo, aunque con menos acierto que en otras ocasiones, encarna a una joven recién licenciada, tras una carrera universitaria realmente brillante, que siempre ha vivido en los barrios obreros. Cuando se dispone a trabajar como ejecutiva en una gran empresa, prefiere probar otras experiencias. Así se pone al servicio como niñera de los dueños de una gran mansión en la Quinta Avenida de Nueva York, lo cual sirve a los guionistas para plantearnos un panorama de diferencia de clases, si bien la sangre no llega al río.

Como recordaba en mi crítica publicada hace una semana, 'Diario de una niñera' es la consecuencia del éxito de una novela que en 2002 publicaron Emma McLaughlin y Nicola Krauss, quienes vivieron la experiencia como niñeras en la zona privilegiada de Manhattan. Ello les permitió conocer la vida de la sociedad opulenta de la ciudad de los rascacielos y las vicisitudes de estas jóvenes mujeres dedicadas al cuidado de los más pequeños de esos suntuosos hogares neoyorquinos. Todo ello constituye la esencia fundamental de la historia y aporta algunos elementos más dramáticos al tono general entre romántico y satírico de la historia.

Pero hay en toda la puesta en escena un tono de obviedad previsible que aleja el relato del enfrentamiento de clases, asunto que, como puede verse, no soportan las actitudes y la entidad, a veces muy pobre y discutible de los personajes que nos presenta la película. Ello se une a la poca densidad narrativa del argumento. Los directores que son, además, los adaptadores y guionistas de la película, aún intentando dar mayor intensidad a lo que nos cuentan, acuden frecuentemente al lugar común y a excesos demasiado evidentes.

Por todo ello 'Diario de una niñera' o 'The nanny diaries', como también se ha anunciado en las carteleras, no presenta aspectos que llamen la atención del público y los personajes no consiguen despertar entusiasmo en los espectadores sino todo lo contrario. Sin embargo la película lleva una buena carrera comercial y ha estado entre los títulos más favorecidos en la taquilla durante las últimas semanas. Tal vez porque a los espectadores les basten y les sobren estas historias convencionales que, como ésta, no ha querido entrar en mayores profundidades sociales, aunque lo intente con argumentos de poca entidad.

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