"El musical logra que pienses durante unas horas que la vida es más bella"
Julia gómez cora. directora general de stage entertainment españa
La productora responsable de éxitos como 'Los Miserables', 'Cabaret' o 'La Bella y la Bestia' ha celebrado 15 años de triunfos con una gala que emite Canal+ el próximo día 28 de diciembre
Julia Gómez Cora, directora general de Stage Entertainment España, la productora responsable del idilio que el país vive con el musical gracias a montajes como Mamma Mia!, Cabaret, La Bella y la Bestia o El Rey León, confiesa entre risas que a veces se ha visto como "una evangelizadora de una secta" que ha sabido vencer las posibles resistencias iniciales y convencido a la multitud. La semana pasada, Stage celebró una gala en el Teatro Lope de Vega de Madrid en la que repasaba 15 años de éxito a través de fragmentos de los títulos memorables que ha montado hasta ahora, una fiesta que emitirá Canal+ el próximo día 28. Una de esas producciones, Los Miserables, afronta este fin de semana sus últimas representaciones en Sevilla, donde, a pesar de haber estado ya el pasado año, sigue cautivando al público. Mientras Gómez Cora atendía esta entrevista telefónica, un grupo de asistentes al debate de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida como la ley mordaza, era desalojado del Congreso por cantar, en protesta por la medida, una pieza del musical, La Canción del Pueblo, una prueba más de la fuerza con la que ha arraigado en la sociedad el espectáculo que recrea el enfrentamiento de Jean Valjean y Javert, los míticos personajes de Victor Hugo.
-Hace un tiempo, casi había que pedir perdón por ser aficionado al musical. Hoy las cifras demuestran que el amante del género no estaba solo.
-El musical, definitivamente, se ha ganado un lugar de prestigio y de mucho respeto. Están las cifras, pero también vemos que hay un reconocimiento a los artistas que se dedican a esto y a la productora que está detrás, que se valora nuestro trabajo y nuestra contribución a las artes escénicas. Con motivo del 15 aniversario sentíamos que teníamos muchos motivos para celebrarlo. Vamos a cerrar la gira de Los Miserables, que será la gira más exitosa que hemos hecho jamás, tenemos El Rey León rompiendo todos los récords de Madrid y a Sister Act como número uno en taquilla en Barcelona. Con estas tres producciones podemos decir que cualquier español tiene muy cerquita o en su ciudad un gran musical de Broadway, todos con un éxito increíble, en un momento en el que hay mucha gente pasándolo mal.
-¿Cuál es el factor principal que ha motivado esa gran aceptación? Quizás esa capacidad para conmover que tiene el género...
-Esta semana, una señora que vino a El Rey León con un hijo discapacitado me mandó un correo electrónico para decirme que no había visto a su hijo así de feliz nunca en la vida. A mí esas historias me estremecen. Y en Los Miserables hay un momento en el que se oye un lagrimeo... El musical consigue emocionar, que durante dos o tres horas pienses que la vida es más bonita y que te olvides de todo.
-Cuando uno visita el backstage de El Rey León o accede a los talleres de vestuario de Los Miserables se da cuenta del trabajo pormenorizado tan enorme que hay detrás de este éxito.
-Los Miserables, por ejemplo, se representa en una versión que se estrenó aquí antes que en Broadway, de hecho en Londres todavía no se está viendo esta versión. Eso habla del buen lugar que España tiene hoy en el mercado internacional, en parte porque dedicamos atención a que la adaptación sea igual o mejor. Y cuando vemos que artistas nuestros son reclamados fuera, como Gerónimo Rauch, que hacía aquí Los Miserables, comprobamos que lo hemos logrado.
-Esa profesionalidad ha conseguido alianzas tan importantes como la que les une a Cameron Mackintosh, el productor de Los Miserables, o a Disney.
-Ahora me voy a Londres en enero para ver la nueva versión de Miss Saigón, que Cameron Mackintosh quiere que traigamos. Tenemos una excelente relación, estamos hablando de la vuelta de Los Miserables a Madrid porque hicimos allí una temporada corta, antes de irnos de gira. No será un estreno, pero sí tendrá a un protagonista que no se ha visto en la ciudad, Daniel Diges. Y con Disney estamos estudiando la posibilidad de traer La Sirenita. Tenemos muchos proyectos, pero para 2016 y 2017, nosotros hacemos nuestros calendarios con mucha anticipación.
-El auge del musical ha venido de la mano de otro fenómeno: ahora es más común, como han advertido ustedes en las pruebas, que haya actores versátiles, dotados para cantar y bailar.
-Yo creo que ha sido porque se dieron cuenta de que había mercado y trabajo y merecía la pena estudiar. Siempre me gusta poner el ejemplo de una niña de La Coruña que vino con ocho o nueve años a ver La Bella y la Bestia, y le dijo a su mamá: Cuando yo sea grande quiero estar ahí. La madre le dijo que tendría que estudiar y mientras estuviese en el colegio tendría que prepararse. A los 16 años fue elegida para High School Musical con nosotros, hizo luego Los Miserables y ahora protagoniza Mar i cel en Barcelona. Y no ha cumplido los 25 años, y se fue una temporada a formarse en Nueva York... Pero antes la madre le habría dicho: No, hija, no, ni se te ocurra, te vas a morir de hambre. En Stage nos sentimos muy felices de poder dar de comer a las familias de 400 personas que tenemos empleadas. Es gente que puede vivir aquí de lo que le apasiona, algo que por desgracia no pasa mucho ahora, con la cantidad de jóvenes que tienen que irse.
-Usted que es docente en másteres de administración de empresas puede hablar mejor que nadie de la importancia de la inversión en la cultura.
-Yo creo que no hay mejor inversión. Lamentablemente este Gobierno no opina igual, con esa subida del IVA... Y estamos en un momento en el que la cultura ocupa cada vez menos espacio en los telediarios. Una de nuestras reivindicaciones es que las artes escénicas estén incluidas en los programas educativos, ahí tenemos mucho camino por andar. Nosotros no dependemos de subvenciones y nos ha ido bien, pero tiene mérito porque no nos lo ponen muy fácil.
-Sister Act es otra muestra más del constante diálogo que hay entre el cine y el teatro o viceversa. Los Miserables, por ejemplo, no se quemó tras su adaptación a la gran pantalla, posiblemente ha atraído a más público a las funciones.
-Muchos de los musicales que uno ve en Londres o en Broadway surgen de una película, o si no se da el caso contrario, el diálogo entre un medio y otro es enriquecedor. Ahora en enero veré Mujeres al borde de un ataque de nervios, la versión de la película de Almodóvar que se vuelve a estrenar en Londres con variaciones, y quiero ver cómo funciona. Hay películas que son una fuente de inspiración clara para hacer un musical.
-La de Stage es una historia de éxitos, pero ¿qué títulos lamenta que pasaran más desapercibidos?
-Rent, por ejemplo. El otro día se recuperó para la gala y generó unos momentos mágicos. La hicimos en 2000, cuando empezábamos, y no teníamos aún un público preparado para un título que no era muy conocido. Los productores también fue una genialidad y tuvo muy buenas críticas, pero no pudo ni salir de gira ni hacer más de una temporada en Madrid. Cats nos pilló en el 11-M, que fue una desgracia tremenda que afectó a toda la ciudad y al turismo. Pero tuvimos que pasar por todo eso para aprender y llegar donde estamos ahora. Después de 15 años y de 11 millones de espectadores no podemos sino estar agradecidos.
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