Turismo de sol y playa, dicen. En principio parece una idea nada desdeñable, y sin embargo, semejante nimiedad no hace justicia con la realidad de la oferta turística española. Con todo y eso, un verano a 40º a la sombra no se desbanca como la mejor propaganda, por lo que si hablamos de turismo y verano en España, el frescor del mármol de un museo hace las veces de principal reclamo vacacional. Una ventilación a pleno pulmón, espacios abiertos y tranquilidad son factores interesantes a la hora de pasar una buena tarde de verano.

Para ello los museos españoles, además de responder con una reconocida colección permanente, han provisto sus galerías con exposiciones temporales de gran calidad. El Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen de Madrid, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla o el Guggenheim de Bilbao, son los centros neurálgicos donde el arte adquiere su máxima expresión. Deténgase a mirar, a ver que le sugiere.

La joya de la corona de los museos españoles, un referente en todo el mundo. El museo madrileño alberga permanentemente las obras de artistas de la talla de Velázquez, El Greco, Goya, Tiziano, Rubens y El Bosco, de los que posee las mejores y más extensas colecciones que existen a nivel mundial.

No contentos con su colección fija, el museo ha provisto de varias exposiciones itinerantes para este verano entre las que destaca especialmente Mascaras, de Alberto Schommer. La genuina obra del fotógrafo español consiste en la articulación de una extensa serie de retratos fotográficos a intelectuales españoles contemporáneos durante la década de los años 80. Francisco Ayala, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Camilo José Cela, Gabriel Celaya, José Luis Aranguren o Julio Caro Baroja quedan inmortalizados en las galerías del Prado. La colección responde con un homenaje a los clásicos bustos esculpidos por grandes figuras de la antigüedad, que para la ocasión, adquieren la tonalidad contemporánea del grupo de intelectuales españoles. La cita se convierte en un perfecto encuentro cara a cara que nos enfrenta a la mirada de un ausente parnaso español artístico y literario hasta el 14 de septiembre.

El arte de la polémica viuda del ex-beatle ha dado mucho de que hablar, despertando con cada uno de sus trabajos incredulidad y admiración a partes iguales del gran público.

El majestuoso museo de Bilbao acoge Half-a-Wind-Show, una de las obras más representativas de la japonesa. 200 obras distribuidas en varias secciones que incluyen instalaciones, objetos, películas, dibujos, fotografías, texto, audio y documentación sobre performances realizadas en la década de los 60, en pleno auge de la vanguardia neoyorquina. Pionera en el arte conceptual, Yoko Ono combina lo superfluo y lo utópico en espectáculo que representa fielmente la extravagante personalidad de la artista, donde hay espacio para el humor y también para su reconocida actitud crítica y social. Su obra seguirá en Bilbao hasta el 4 de septiembre.

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo recoge el trabajo en equipo de múltiples artistas de la disciplina. Los trabajos cooperativos de las vanguardias históricas y de la postguerra del siglo XX sigue vigente en nuestros días, y el CAAC realiza un perfecto homenaje a un complejo escenario de variables. X+1 permite sumar a la individualidad grandes colectivos, cuyo resultado queda patente en el trabajo rupturista del Equipo 57, el pop político del Equipo Crónica o el arte sevillano del Equipo Múltiple. Otras disciplinas se unen al conjunto, como el equipo fotográfico de AFAL o los artistas, escritores, arquitectos y filósofos de los grupos Separata y Figura.

La gran pinacoteca cultural realiza un recorrido desde el gótico más arcaico de los siglos XIV y XV hasta el estilo contemporáneo más transgresor. Para la ocasión, acoge una de las colecciones más comentadas de la capital. La viuda del varón Thyssen ha reservado para la ocasión un espacio para el más frívolo, y sin embargo vehemente, pop-art.

Mitos del Pop alberga una colección de más de cien obras que incluyen tanto la experiencia pionera del pop británico como el pop clásico norteamericano y su expansión por el resto de Europa. Reconocidos exponentes del arte pop como Warhol, Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein, Hockney, Hamilton o Equipo Crónica trabajan con la sutil ironía de un movimiento cargado de mensajes y códigos que en nuestros días siguen más vigentes que nunca. La muestra se podrá visitar hasta el 14 de septiembre

La capital ofrece una segunda alternativa para los fanáticos del pop-art, aunque eso sí, con una propuesta muy diferente a la de la varonesa. El británico Richard Hamilton, conocido por diseñar la portada del White Album de The Beatles, rompe las barreras del ya de por inabarcable arte pop con más de 200 obras realizadas entre 1949 y 2011. En ella se muestra cómo el iconoclasta logró construir un incisivo y polifacético discurso artístico que, bajo su aspecto lúdico e irónico, planteaba una reflexión crítica sobre aquellos temas convencionales del arte más transgresor. El consumismo, la cultura de masas, lo artificial y lo popular queda plasmado en distintos géneros que el artista británico abordó a lo largo de su carrera: desde la fotografía, el dibujo o el grabado hasta el diseño industrial, la publicidad o la manipulación digital de imágenes. Hamilton estará en el Reina Sofía hasta el 13 de octubre.