Cultura

El mundo del teatro llora la pérdida del actor Pedro Osinaga

  • El intérprete navarro, considerado "uno de los grandes de la escena española", falleció el viernes en Madrid a los 81 años

Pedro Osinaga, en marzo de 2007, en la entrega de los premios Valle Inclán.

Pedro Osinaga, en marzo de 2007, en la entrega de los premios Valle Inclán. / efe

Actores, escritores, personalidades de la cultura y la política acudieron ayer a la capilla ardiente de Pedro Osinaga, en el tanatorio de la M-30 de Madrid, para despedir "a uno de los grandes de la escena española", un actor sui generis que, según todos, amaba su profesión y vivía por y para el teatro.

Osinaga, que falleció el viernes en Madrid a los 81 años, fue un popular actor de comedia, que protagonizó la comedia Sé infiel y no mires con quién, del dramaturgo inglés Ray Cooney, durante catorce años (de 1971 a 1985), periodo en el que fue vista por ocho millones de espectadores en más de diez mil representaciones. Así lo recordó ayer el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, situó a Osinaga como "uno de los grandes actores populares de la escena española".

"Se lo ganó a pulso por su dedicación sobre los escenarios, particularmente en el Teatro Maravillas, donde representó durante más de una década esta obra bajo la dirección de Víctor Andrés Catena", destacó el ministro.

A la capilla ardiente se acercaron a lo largo del día actores y compañeros del fallecido, como Raúl Sender, Concha Velasco y Pepe Ruiz. Sender se refirió a Osinaga como "un gran amigo, divertido y encantador" y Velasco valoró su buen hacer y su amor a la profesión y recordó que "nunca faltó a una representación y cuando le dio el ictus trabajando, no quiso que viniera un ambulancia hasta que acabase la obra".

Nacido en Pamplona el 15 de diciembre de 1936 en Pamplona, Osinaga recorrió con su compañía de comedias numerosos teatros, tal y como señaló el jurado del XV Premio de Teatro Pepe Isbert, que le fue concedido en junio de 2011. De hecho, la Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España (Amithe) subrayó ayer que Osinaga dejó en Albacete una "honda" huella al recoger este galardón.

En Pamplona, el Teatro Gayarre se ha "teñido de luto" en recuerdo del actor navarro, quien con cuatro años ya pisó este emblemático escenario "ejerciendo de pasapáginas de su madre pianista", y en 1965 debutó de manera oficial con la función Prohibido suicidarse en primavera. El Gayarre, donde en tantas ocasiones actuó el actor pamplonés, que consideraba este escenario "su casa", le otorgó en 2007 la Butaca de Honor. Su camerino, el número 1, era "casi un santuario para él" y allí extendía "un maremágnum de fotografías y objetos fetiche, sin cuya presencia le era imposible salir al escenario", subrayan las mismas fuentes.

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