La mujer, de pronto

lPura Campos triunfó con las historias de Esther, un reflejo de lo que las jovencitas españolas de 13 años querían ser

La autora fue reconocida con décadas de retraso

La mujer, de pronto / La Dibujante Purita Campos En 2007.

18 de junio 2017 - 02:05

La censura franquista espoleaba a los editores a crear publicaciones especialmente dirigidas a las chicas con el fin de adoctrinarlas para tener a la mujer española en su casa al cuidado del marido y los hijos. En los años cuarenta, las revistas para féminas incorporaron a la mujer al dibujo de cómic: Pili Blasco, Rosa Galcerán, María Pascual… Alejada del tono panfletario de otras publicaciones, surge Mis Chicas (Consuelo Gil, 1941), primer tebeo para mujeres de la posguerra y punto de referencia para Azucena (Toray, 1946), Ardillita (Gráficas Ricart, 1948), Florita (Clíper, 1949), Mariló (Editorial Valenciana, 1950), Leyenda y Fantasía (Maga, 1951), etc… A finales de los cincuenta, se suma Editorial Bruguera con Sissi (1958) y Blanca (1960).

Lily (Editorial Bruguera, 1970) era una pirueta hormonal que transportaba a las lectoras desde los monigotes anárquicos del mundo para chicos de Bruguera hasta un lugar más ordenado, aunque no tanto como parecía. Continuaba con la numeración de la revista Sissi, pero tenía más en común con la rebeldía de Tío Vivo que con las demás publicaciones femeninas. Contaba con ilustradoras, pero también con los dibujantes habituales de la casa, como Segura, creador del personaje que daba nombre a la revista. Veteranos como Vázquez, Conti, Jorge, Schmidt, Peñarroya y Estivill aportaban viñetas poco correctas para las mentes infantiles y femeninas de la época. En sus páginas vio la luz la serie Candy, Candy, de las japonesas Keiko Nagita y Yumiko Fijii, primer manga publicado en un tebeo español para chicas, aunque con diez años de retraso y aprovechando el éxito de TVE. Las aportaciones inglesas tampoco se quedaban atrás en gamberrismo: Fina, el terror del Remanso y Pura Calamidad, ambas de Reg Parlett; Susy Pelotilla, se pasa de listilla, de Norman Mansbridge…

Entre el material británico de Lily destacaba la serie Esther y su Mundo, procedente de la revista inglesa Princess Tina (IPC Magazines), donde debutó en 1971, aunque a España llegó en 1974. La idea fue del guionista Philip Douglas y su concepción visual de Purita Campos, que también aportó ideas para los argumentos.

Pura Campos (Barcelona, 1937) consiguió entrar en 1959 como historietista en las revistas femeninas de Bruguera a través de Manuel Vázquez, creador de Anacleto, Agente Secreto.

De madre modista, Purita Campos se formó en una Escuela de Arte y Oficios antes de dedicarse a la ilustración para revistas de modas. Por eso, siempre cuidó el diseño de la ropa que llevaban sus personajes. Pero las aventuras de Esther no sólo influyeron en el vestir de las lectoras, sino también en sus costumbres, diversiones, amores, amistades, decepciones...

A IPC Magazines le vendió la serie la agencia Creaciones Editoriales, vinculada a Bruguera. No fue producida para España, sino para el mercado inglés, donde debutó como Patty's World, y se exportó a países como Holanda, Grecia, Canadá, Australia y Sudáfrica.

Concebido para Inglaterra, el cómic era bastante avanzado para la España franquista. En el tebeo, las chicas tenían mucha más libertad de la que gozaba una española de trece años de la época. Esther y su mundo no era un retrato de las jóvenes españolas de los setenta, sino que reflejaba lo que les hubiera gustado ser, y esa fue la clave del éxito.

Dicho éxito propició la salida del semanario Esther (1981). Sin embargo, Bruguera cerró en 1987. Entonces, Purita crea en Barcelona una academia de pintura y una sala de exposiciones.

En 2007, Glénat España reeditó esta colección, y simultáneamente lanzó Las nuevas aventuras de Esther, con guiones de Carlos Portela y dibujos de Pura Campos, serie protagonizada por una Esther de cuarenta años. En 2014, la serie original pasó a manos de Ediciones B, que la volvió a reeditar desde el primer número.

En el siglo XXI le llegan a Pura los reconocimientos que se le negaron en pleno éxito, quizás por ser mujer. En 2004, es premiada en el Salón Internacional del Cómic del Principado de Asturias. En 2010, el Gobierno de España le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. En 2011, el Ayuntamiento de Getafe le dedicó una calle. En 2013, fue Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona por su trayectoria profesional.

La próxima semana: Man of Steel (1986), de John Byrne, fue un reinicio de Superman para humanizarlo y romper con elementos de su pasado que se consideraban trasnochados.

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