Cultura

Una monografía viaja por la Andalucía literaria de Quiñones y Caballero Bonald

  • El profesor Luis Cordero publica con Verbum una obra nacida de su tesis doctoral, en la que analiza la visión andaluza de ambos escritores a través de su producción literaria

Andalucía de la mano de Fernando Quiñones y José Manuel Caballero Bonald. La Andalucía que surge, para nada agazapada, de la producción literaria del chiclanero y del jerezano, de sus historias y de sus personajes, ha sido estudiada e investigada a fondo por el profesor Luis Cordero, vallisoletano con infancia gaditana que dedicó a ello su tesis doctoral y que ahora publica, en forma de monografía, a través de la editorial Verbum. Caballero Bonald y Quiñones: viaje literario por Andalucía, es el título de la obra disponible en internet y pronto en las librerías.

El análisis pormenorizado y académico de la bibliografía de ambos escritores ha permitido a Luis Cordero, actualmente profesor en la Universidad Isabel I de Burgos, descubrir sus similitudes a la hora de afrontar el tema andaluz, incluso desde sus distintos estilos literarios: "La Andalucía que ellos buscan es la Andalucía genuina, en una operación de rescate y de eliminación de todo el tópico, sobre todo viniendo de la España de la que venían. Hay un profesor de la Pablo de Olavide que dice que Andalucía en el franquismo se convirtió en el alma de un castellano viejo encerrada en el alma de una estereotipada bailaora de flamenco andaluza. Es un poco contra ese estereotipo contra el que están luchando, la imagen del cine de folclórica, de la Andalucía más charango-panderetera, y hacen todo un proceso de purga del estereotipo en la Andalucía que están presentando".

Lo hacen con sus historias, pero también con los protagonistas de sus creaciones literarias: "Personajes que en manos de otros pueden dar lugar a estereotipos, sin embargo ellos los presentan de una forma más genuina. Los personajes del mundo del flamenco que aparecen en ambos escritores, estoy pensando en Joaquín El Guita de Bonald o en el Miguel Pantalón de Quiñones, son personajes que están vinculados al flamenco pero no a la fiesta, no a la juerga, sino al aspecto trágico del flamenco, a su aspecto realista. En el primer caso, a las hambres, que también aparecen en Miguel Pantalón, unido por la pobreza, la miseria, todo muy alejado del estrellato, de la juerga y de la fiesta".

Fue durante su estancia en la Universidad de California cuando Luis Cordero, que se desplazó hasta allí para hacer su doctorado, empezó a forjar el estudio y la investigación que han dado paso a esta nueva monografía: "Es allí donde empiezo a notar que se pueden hacer ciertos paralelismos entre las obras de los dos escritores. A partir de ahí se desarrolla la tesis buscando, sobre todo, esos puntos que tienen en común. Ampliando el estudio a los escritores de la Bahía y de la Baja de Andalucía, porque no solamente hay elementos que aparecen en la obra de Caballero y de Quiñones, sino también en otros escritores de la misma generación y del mismo entorno: en Cádiz, Jerez, Sevilla...".

Pero antes de California llegó Cádiz. En el colegio Argantonio de la capital acabó Luis Cordero su EGB y comenzó el BUP. Aunque regresó a Valladolid, no perdió nunca el contacto con Cádiz, ciudad a la que vuelve cada año. El interés por la literatura apareció, recuerda el hoy docente Cordero, en Argantonio con el director José Manuel García Gil y la profesora Amalia Vilches. Después vino el encuentro con el librero Juan Manuel Fernández, de Manuel de Falla, y de seguido el topetazo con Fernando Quiñones, que se produjo, como le ocurrió a tantos otros, con La canción del pirata. Con los años, ya cuando está en California, llega a la literatura de Bonald.

Y con ambos escritores contemporáneos, no muy estudiados desde luego, afrontó su trabajo: "Caballero en los últimos años, y sobre todo después del Cervantes, ha entrado en una cierta espiral de revisión académica. Fernando Quiñones todavía necesitaba ese espaldarazo académico, y esperemos que a lo largo de los años pueda darse. Muchos de los comentarios que he recibido al saber que iba a salir la monografía se referían a que nunca se les habría ocurrido que había en común algo entre Caballero Bonald, que se suele pensar que es un escritor más contenido, más formal, y Quiñones, que suele estar más asociado, y esto ha dañado su imagen, con la parte más festiva, más de la gracia. Y sin embargo, al ponerte en serio a trabajar y a investigar, descubres que las concomitancias no son precisamente pocas, sino todo lo contrario: son muchas".

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