Más misterio con Belén Rueda

¿Es todo tan malo en el cine español? Aunque no vive su mejor momento en este casi 2013, agobiado entre la crisis, el final del modelo de financiación y un gobierno que no le tiene demasiada simpatía, se las arregla para dar grandes campanazos de vez en cuando. Ahí están en este último trimestre del año que se nos va los éxitos de Tadeo Jones o el fenómeno de Lo imposible, mientras otras producciones se ahogan intentando encontrar su sitio en las pantallas y en nuestros corazones. Junto a esto, hay un filón que se está explotando debidamente y que está dando alegrías. Es el thriller psicológico, con ribetes de terror, que parece enganchar bien con nuestro público. En un terreno tan difícil y tan trillado se han sabido hacer unos títulos que han podido sacudirse la caspa asociada al terror hispano y actualizar las tramas, con predominio de la tensión frente a lo sobrenatural.

Esto empezó en Cataluña, donde directores como Paco Plaza o Jaume Balagueró presentaron obras como Darkness o Los sin nombre. No es casual que ambos unieran fuerzas en el éxito de REC, pero pronto el sector más industrial de nuestro cine se apropió de la idea y empezó a fabricar productos que cumplieron con las expectativas. Entre otras cosas propició que J. A. Bayona se convirtiese en el más listo de la clase con El orfanato. Precisamente, en uno de los eslabones de esta cadena, Los ojos de Julia, se gestó El cuerpo, que se une hoy al club. Su director, Oriol Paulo, fue coguionista del film de Guillem Morales que se estrenó hace dos años, y aprovechó el rodaje para insistir a su protagonista, Belén Rueda, de que asumiese el rol principal en otro libreto que tenía escrito. Una historia sobre un cuerpo desaparecido de una morgue, lleno de sorprendentes giros argumentales y sorpresas para tener al espectador pendiente todo el metraje. Rueda, que no parece tener miedo a encasillarse ya que se está convirtiendo en el rostro fetiche de estas películas, aceptó, y eso hizo que todo fuese rodado.

La actriz se ha rodeado de un buen grupo de compañeros. Hugo Silva da vida a su esposo, más joven que ella, y José Coronado se mete de nuevo en la piel de un policía tras los éxitos conseguidos con No habrá paz para los malvados, aunque esta vez es diferente. Su agente de la ley es menos expansivo que Santos Trinidad y más torturado, ya que su esposa murió atropellada y nunca se cogió al culpable. Otra actriz es la ascendente Aura Garrido, aunque tuvo que teñirse de pelirroja. Y es que Paulo no quería a dos rubias enfrentándose en su film. Todos ellos pretenden poner un poquito de tensión en las salas de cine en unas fechas tan dadas a lo meloso como las inminentes navidades. En la trama, una mujer es asesinada pero su cuerpo desaparece del depósito de cadáveres. Su marido es un ambicioso hombre más joven que ella que ha usado la fortuna de la muerta para hacer su carrera. Un policía investiga tanto el crimen como la desaparición, y sospecha que el marido puede estar implicado. También está presente una joven estudiante de medicina que es la amante del recién viudo. Todos ellos comprueban que el asunto presenta más giros y sorpresas de los que se pensaba al principio.