La peña taurina zalameña entregó anoche su premios taurinos. Una velada a la que no faltaron ni uno solo de los premiados. Todos puntuales, en esa hora exacta de las ocho de la tarde, asumieron su papel de protagonistas de una feria que, evidentemente, dejó cosas buenas que recordar. A esas se acogieron como buenos aficionados ese nutrido grupo de zalameños, dejando atrás otros aspectos menos valorables, que desde luego no van a servir como agua de ese molino que andan haciendo girar con excelente los zalameños como defensores de la Fiesta, a pesar de tantas y tantas cosas. Gala taurina que sirvió para reunir en ella los nombres de Salvador Cortés, como triunfador de la feria tras su faena a un toro de Tomás Prieto de La Cal; a Francisco Javier Tornay, como brillante rehiletero a las ordenes del citado diestros sevillano y, junto a ellos, a tres de los actuantes en la novillada sin caballos de la feria, a la postre el festejo más premiado, porque del mismo se entresacan los nombres de Pablo Sobrino, premiado por su entrega y su actitud novilleril, a Diego Luque como triunfador de aquella tarde y al onubense Emilio Silvera como autor de la mejor faena de la recordada novillada.

También protagonizaron anoche esa entrega de trofeos, un representante de la ganadería de Juan Pedro Domecq, a quien le premiaron el conjunto de presentación y juego de esa extraordinaria novillada lidiada.

En nómina de premiados, la peña tuvo a bien el acordarse de las gentes zalameñas que cuidan de esa plaza tan bonita y tan taurina que es coso de Los Arrepentidos y de Antonio Ramírez, directivo de la entidad, recientemente fallecido y por el que se guardó un minuto de silencio al comienzo del un acto que estuvo presentado por ese joven y buen aficionado zalameño que es Víctor Palmar, quien mantuvo un prólogo brillante en su intervención al reclamar respeto y consideración para la Fiesta de los Toros y cuantos aficionados la protagonizan.

Con las palabras de Adolfo Lozano, presidente de la peña y de la teniente de alcalde, Josefa Ruiz, con toda una declaración de intenciones positivas hacia la Fiesta, sus protagonistas y la plaza zalameña, se cerró el acto.