La luz con el tiempo dentro
La primera película de ficción centrada en Juan Ramón Jiménez cierra hoy tres semanas de rodaje en Moguer Los autores tratan de reflejar al Nobel a través de sus propios escritos
"Todo lo que está en esa frase es lo esencial. Juan Ramón tenía la habilidad de contarlo todo en cuatro palabras". Teresa Calo se refiere así al título de la película que se rueda estos días sobre el Nobel moguereño, La luz con el tiempo dentro, extraído de uno de los versos del poeta. Esa relación directa no queda en ese guiño y se extiende a toda la historia que por primera vez se lleva a la ficción. No hay intermediarios. Todo se basa en las reflexiones y recuerdos del propio autor, plasmados en sus escritos, para que el reflejo en la pantalla guarde la mayor fidelidad posible al espíritu de su vida y obra.
Teresa Calo es la guionista, a la que llegó el proyecto del director madrileño Antonio Gonzalo, que llevaba años con la idea de recuperar la figura de Juan Ramón Jiménez para el cine. "Fue un encargo suyo", recuerda la actriz y autora teatral vasca, en un encuentro con la prensa el pasado jueves. "Él había escrito algo pero me llamó para que me encargara de ello porque estaba atascado. En principio lo rechacé porque me parecía mucha responsabilidad. Pero insistió y me convenció como amigo. No pude negarme más. La idea me apasionaba pero necesitaba más tiempo. Al final se ha convertido en una de esas historias de amor que te regala la vida", explica.
Porque Teresa se entregó entonces casi en cuerpo y alma al poeta moguereño. Profundizó más en su figura, se embarcó en un estudio pormenorizado de sus escritos y su legado para encontrar la esencia del personaje, tratando de huir de biografías, limitándose a su propio legado. "Cuenta tanto de sus recuerdos en su obra... 'Platero y yo' en realidad es un diario poético. Está también la correspondencia con su familia, con sus compañeros y, sobre todo, los cuentos, que son retazos de su propia vida. Tuvo una vida tan larga e intensa que había que descartar muchos episodios de su vida. Pero, en cualquier caso, queríamos que lo que se reflejara fuera algo propio para que se le conociera y entendiera mejor", apunta Calo.
De ahí queda una historia, tras seis años de escritura, que recoge mucho de la experiencia vital de Juan Ramón Jiménez, con emociones, poesía "y ese existencialismo tan maravilloso y a la vez doloroso que convive con él". Y la intención de Teresa Calo y Antonio Gonzalo queda más patente en el estilo narrativo elegido, con un poeta veterano, en la recta final de su vida, tras la muerte de su inseparable Zenobia, al que los recuerdos y reflexiones vuelven más que nunca a su mente y sus escritos; cuando regresa a Moguer desde Puerto Rico, en un viaje imaginario que no paró de hacer desde su exilio.
"Para nosotros todo esto ha sido también como un viaje, pero más emocional que profesional", cuenta la joven actriz sevillana Tamara Arias, Zenobia Camprubí en la película, para corresponder el amor del poeta joven (encarnado por el actor catalán Marc Clotet) y del veterano (el asturiano Carlos Álvarez-Novoa). "La llamada de Antonio ya fue para mí una alegría, pero leer el guión y que me atrapara el personaje como lo hizo fue definitivo. Me impulsó a volver a Juan Ramón, más allá de lo que ya conocía, e investigar sobre quién era esta mujer, de una fuerza inusual para la época en la que vivió", cuenta Arias.
Hay mucha pasión en las palabras de Teresa Calo. Pero también en las de Tamara, fascinada por "dos personajes totalmente únicos". "Juan Ramón tenía un alma tan compleja y especial que dio fruto a una obra que pocos saben que es tan extensa. Era casi un místico, un visionario", afirma la actriz. "Parece mentira pero ésta es la primera película no documental que se hace sobre Juan Ramón Jiménez, el gran olvidado de la Literatura española, no se sabe cómo", apunta Calo.
"Tengo entendido -cuenta la guionista- que la familia apoya al cien por cien el proyecto y que no ha puesto ninguna pega. Porque creo que la película le hace justicia, precisamente, porque no es un guión que juzgue sino que cuenta una historia desde él mismo".
Aunque 'La luz con el tiempo dentro' refleja al autor con todos sus claroscuros, también contribuye para que deje de ser "el gran ignorado" y se acabe con muchas ideas equivocadas sobre su persona. La película, ante todo, habla del hombre, que ya lleva inherente su condición de poeta, con toda su sensibilidad por la vida, por Zenobia y por Moguer.
"Ha sido una bendición -cuenta Tamara Arias- trabajar con Carlos [Álvarez-Novoa], que ha sabido captar tan bien a Juan Ramón. Y con Marc [Clotet], que ha hecho una fenomenal inmersión en el personaje". Aunque la actriz protagonista destaca sobre todo la experiencia de estar en Moguer, "adentrarte en la Casa-Museo y darte cuenta de que allí está el espíritu de Juan Ramón". "Ha sido fascinante poder rodar entre sus propios muebles, en su casa, en su pueblo, con su gente. Porque no se entiende a Juan Ramón sin Moguer", subraya Teresa Calo, que interpreta también un pequeño papel, el de Isabel Aimar, madre de Zenobia. "Poder hablar con personas que saben tanto de Juan Ramón y Zenobia, de la Fundación, y entrar en conversaciones que no tienen fin... Cuando acabe el rodaje habrá una parte que se cerrará, pero volveré a Los Ángeles, donde vivo, y seguiré adentrándome en su obra para siempre", confiesa Tamara Arias, ya totalmente entregada.
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