Cultura

"Los límites sólo están en nuestra cabeza"

  • La profesora lepera Mar González, a la que cortaron su pierna izquierda de niña, practica todo tipo de deportes Su última aventura ha sido unirse al equipo de fútbol de amputados de España, aún en progreso

Cuando le dé pereza moverse del sofá o crea que no es capaz de afrontar cualquier reto que la vida le plantee a todos los niveles, piense en María del Mar González Maestre, una joven profesora de Educación Secundaria de 34 años de edad que aprovecha cada minuto libre para practicar deporte. No importa la disciplina que sea, si es de riesgo o más tranquilo, si es un viejo conocido o una nueva modalidad con la que nunca ha tenido contacto antes...Mar agarra los bártulos y se lanza a la aventura.

Hasta aquí, se puede pensar que sólo se trata de una joven con inquietudes, una chica a la que le gusta probar cosas nuevas, relacionarse con los demás y ver qué ocurre. En una sociedad caracterizada por el sedentarismo, su caso ya es casi extraordinario. Pero si además se menciona el hecho de que no cuenta con su pierna izquierda, las hazañas de una mujer activa se convierten en superaciones admirables.

Mar habla con absoluta naturalidad de sus circunstancias. A los 12 años padeció un cáncer que provocó que hubiese que amputar su extremidad inferior izquierda. También desarrolló metástasis en uno de sus pulmones, por lo que tuvo que ser sometida a un duro tratamiento tras el que, afortunadamente, se recuperó por completo. "Fue muy duro, se consiguió todo a base de mucho esfuerzo, sobre todo por vivir en esta esquinita del mapa. Aquí todo es más complicado", lamenta Mar, que tras aquella dura experiencia no sólo sufrió el cambio físico derivado de la amputación de su pierna, sino también un cambio mental que desde entonces ha marcado todas y cada una de sus acciones.

"La vida es muy corta, hay que hacer cosas", afirma. Y eso es lo que ella hace, de todo, todos los días. Desde esquiar hasta ir al gimnasio, pasando por hacer el descenso del Sella (en varias ocasiones; "es muy fácil", dice Mar), o hacer el Camino de Santiago, un recorrido hermoso, pero también durísimo para el que se embarca en la empresa de conseguir la Compostelana.

Mar realizó el camino de Santiago el pasado verano con la Fundación Deporte y Desafío, una entidad sin ánimo de lucro orientada a la integración de personas con discapacidad física, intelectual o sensorial a través del deporte. Con el apoyo de un grupo de voluntarios de la Fundación Telefónica, que apoya la actividad, Mar y el resto del equipo alcanzaron su objetivo. "La única que tenía la dificultad para andar era yo", relata. "Sabía que era complicado, sabía que hacer el camino era ponerme a prueba, pero al final se demuestra que siempre se puede más de lo que uno piensa", explica.

El papel de los voluntarios fue esencial, en especial el del sevillano José González de Dios, un profesional prejubilado que ahora dedica todo su tiempo a ayudar a los demás. "Para mí, fue una experiencia inolvidable gracias a esas personas. Nunca pensé en rendirme, pero Pepe y los demás me lo hicieron muy fácil. Jamás olvidaré esa bondad", asegura.

En la actualidad, Mar se encuentra inmersa en el proceso de formación del primer equipo de fútbol de amputados de España, un conjunto mixto en el que participan deportistas de todo el país, lo que complica en parte su funcionamiento. "Hicimos una concentración hace poco en Gerona y la próxima será en Semana Santa, pero está todo un poco en el aire", afirma. Será cuestión de tiempo y voluntad, porque como Mar asegura "los límites sólo están en nuestra cabeza".

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