Cultura

La importancia histórica de la propaganda obrera en las minas Riotinto

  • Primer premio Historia de la Comunicación de la Fundación Centro de Estudios Andaluces

El investigador de la Universidad de Sevilla (US), Francisco Baena, ha llevado a cabo un estudio sobre la influencia de la prensa obrera en las minas de Riotinto (Huelva) a principios del siglo XX, un proyecto que ha recibido el primer premio Historia de la Comunicación concedido por la Fundación Centro de Estudios Andaluces, y que culminará con la publicación del volumen Una revolución de papel. Prensa y cultura obrera en la colonia británica de las Minas de Riotinto (1913-1920).

"La realidad de las minas de Riotinto (Huelva) a principios del siglo XX se había estudiado desde muchos puntos de vista pero, hasta ahora, nadie la había abordado desde la perspectiva de la historia de la comunicación y la propaganda", explica Baena. Para ello, ha consultado documentos nunca antes estudiados desde la disciplina de la historia de la comunicación, que se conservan en el Archivo de la Fundación Riotinto (desde los periódicos obreros, hasta la correspondencia privada de la compañía), según indica Andalucía Innova.

Así, añade que la realidad de Riotinto es "claramente colonial en la que hay un enfrentamiento cultural constante", apuntando a la colonia británica, conformada fundamentalmente por los directivos de la compañía, "burgueses que no se integran porque se consideran superiores a sus trabajadores y que ejercen un control férreo y una presión política que llega incluso al congreso de los diputados". "La compañía es la ley, la policía, omnipresente y omnipotente y ejerce todo su poder sobre los obreros de la localidad de Riotinto", matiza el investigador.

"La compañía es encarnada en su director general, Walter James Browning, un personaje con gran carisma, autoritario, al que se le conoce como el rey de Huelva", afirma Baena, que explica que "conoce el poder de la comunicación y la controla a través de servicios de espionaje y de censura".

Por otro lado, se encuentran los obreros, afincados en su mayoría en la localidad de Nerva (Huelva), que comienzan a concienciarse gracias a los movimientos sindicalistas, en concreto al sindicato minero, de inspiración socialista. Están representados por Eladio Fernández Egocheaga, "periodista, agitador y propagandista que crea el periódico obrero Acción Minera", y Félix Lunar, que escribe en el periódico republicano de Nerva La Frontera y llega a tener sus propias cabeceras: Vía libre o La Picota.

En este contexto, se analizan los medios de comunicación obreros como instrumento "para educar, para concienciar, para contar lo que pasa desde otro punto de vista que no sea el de la compañía", introduciendo términos como "explotación, emancipación o unidad pasaron, que pasan a formar parte del vocabulario de los trabajadores en un intento de cohesionarlos y concienciarlos". Así, tiene gran éxito la prensa satírica, que accede "a las conciencias de los obreros a través del lenguaje coloquial más accesible para los mineros y del dibujo: la sátira, la caricatura, el humor, la ironía, como el periódico La Chinche".

El experto afirma que se trata de una prensa de recursos modestos que sufre la censura, pero que se difunde entre lectores y analfabetos porque "para leer la prensa no hay que saber leer". Además, se crea un centro obrero en Nerva en el que se realiza la lectura colectiva de los periódicos.

"En Riotinto no se gana la batalla de la lucha laboral, donde la huelga de 1920 termina con la disolución del sindicato minero. Sin embargo, sí se puede decir que desde el punto de vista comunicativo y cultural sí vencen los movimientos sindicales porque consiguen formar una conciencia de clase", concluye.

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