La huida del infierno

CineBox Aqualon Puerto Huelva y CineVip Lepe.- Título original: 'The way back '.- Producción: Estados Unidos, 2010.- Duración: 133 minutos.- Dirección: Peter Weir.- Guión: Keith R. Clarke y Peter Weir inspirado en la novela de Slavomir Rawicz.- Fotografía: Russell Boyd.- Música: Burkhard Dallwitz.- Montaje: Lee Smith.- Intérpretes: Jim Sturgess, Ed Harris, Colin Farrell, Saoirse Ronan, Mark Strong, Alexandru Potocean, Dragos Bucur, Gustaf Skarsgaard

Ésta es la tercera película que nos obliga a reiterar que la historia se repite y nunca mejor dicho. Tenemos tres títulos en cartel que son nuevas versiones o revisiones, si quieren, de tres películas anteriores: The tourist, basada en El secreto de Anthony Zimmer (2005), de Jérôme Salle; Los próximos tres días, según el film Pour elle (2008), de Fred Cavayé, y la que hoy nos ocupa que "se dice" inspirada en la novela de Slavomir Rawicz, pero que al buen aficionado al cine le recordará mucho, quizás demasiado, a otra película: Hasta donde los pies me lleven (2001), de Hardy Martin, inspirada en otro best-seller de Josef Martin Bauer. No es el mismo caso, pero resulta muy similar.

Un grupo de presos de un campo de trabajo, los llamados gulag, una especie de infierno siberiano en la Unión Soviética durante el largo y sanguinario mandato de Stalin y sus continuadores en el poder totalitario comunista, logra huir, iniciando un arriesgado periplo recorriendo miles de kilómetros. Será un tortuoso itinerario en penosas condiciones, viviendo una serie de vicisitudes dramáticas durante casi diez mil kilómetros, hostiles e inhumanos, hasta llegar a la India y conseguir su libertad.

Ésta es, sobre todo, una historia de supervivencia que puede parecer increíble pero que fue real. La maestría de Peter Weir ha permitido una loable adaptación de la novela, The long walk: The true story of a trek to freedom, de Slavomir Rawicz, que en 1956 con la colaboración del periodista norteamericano Ronald Downing, la convirtió en el libro más vendido del año. La labor en la dirección de Peter Weir, que nos entusiasmara con La costa de los mosquitos (1986), otra historia de supervivencia, o más recientemente con Master and Commander: Al otro lado del mundo (2003), ha proporcionado el relieve vital que la película pretende para dar convicción al relato sin discutibles recursos melodramáticos, que suelen ser muy comunes a este tipo de historias.

Creo que uno de los mejores aspectos de esta película es haber acertado en la expresión del retrato humano de los protagonistas. Todo a través de una serie de inhóspitos y ásperos paisajes que les llevan de escapar de la cruel tortura de su cautiverio a una huida incesante de cientos de kilómetros por parajes sujetos a las más graves inclemencias hacia un fin incierto y enigmático. Hay una gran fluidez en la narración que facilita la amenidad de una situación de inevitables reiteraciones. Todo propende a dar veracidad a los hechos que se relatan y el empeño de los fugitivos en recuperar la libertad y volver con los suyos.