Sacándole los colores a Vivaldi
Mapa de Músicas | Giulio de Nardo. Director de Sestier Armonico
En su segundo disco con el conjunto Sestier Armonico, primero para su propio sello, Giulio De Nardo busca matices nuevos en obras conocidas de Vivaldi

Nacido en Treviso, Giulio De Nardo ha pasado, como tantos intérpretes barrocos, por la Schola Cantorum de Basilea, donde en el año 2021 fundó el conjunto Sestier Armonico, con el que ahora inaugura un nuevo sello (inAures) con un CD dedicado a obras de Vivaldi que incluyen partes para órgano obligado: son cinco conciertos (RV 554, 541, 767, 766 y 542), la sonata RV 779 y un aria del oratorio Juditha Triumphans.
“Cuando uno piensa en Vivaldi –me dice al teléfono– no piensa en el órgano. Y, sin embargo, allí estaba”. Allí estaba, concretamente, en la iglesia del Ospedale della Pietà, a disposición del propio Vivaldi durante su etapa como maestro de conciertos. No se trataba, claro, de un órgano moderno, ni siquiera de los órganos positivos tan habituales hoy día en la interpretación historicista. Eran órganos venecianos del siglo XVIII, construidos para un espacio más íntimo, con sonoridades muy características, registros específicos y un concepto del pedal radicalmente distinto al germánico. Con el nuevo disco de Sestier Armonico, De Nardo ha querido recuperar esa tímbrica original. Y no ha partido de conjeturas, sino de una rigurosa investigación musicológica que realizó durante su máster en órgano en la Schola Cantorum de Basilea.
“El disco nace del intento de devolver a estas piezas –dice– el color original veneciano del siglo XVIII”. Para ello, De Nardo se embarcó en una búsqueda de los órganos que pudo haber conocido Vivaldi. “La iglesia de la Pietà actual, levantada hacia 1743, es posterior a la muerte del compositor. La original era más pequeña. Pero en la iglesia de San Giacomo de Pocelnigo se conserva en estado casi ideal un ejemplar construido por Giacinto Pescetti, el mismo organero que firmó uno de los instrumentos de la Pietà en tiempos de Vivaldi. Lo utilizamos en esta grabación tanto en la Sonata como en el aria. El templo es pequeño y para la grabación de los conciertos recurrimos a otro instrumento también veneciano y del siglo XVIII, completamente original, que además se podía trasladar, y lo movimos buscando la mejor acústica”.

El disco no sólo recupera colores instrumentales, sino también prácticas interpretativas. De Nardo ha querido mostrar la variedad de funciones que podía desempeñar el órgano en estas obras. “Normalmente, cuando el órgano no tiene una parte solista explícita, se limita a realizar el bajo continuo. Pero estudiando el manuscrito del Concierto en re menor, por ejemplo, he visto que Vivaldi copia literalmente, en la parte del órgano, las líneas de los violines también en los tutti. Eso indica que no es obligatorio que el órgano toque sólo el continuo: puede doblar a los violines, hacer entradas imitativas...”. En el disco se exploran precisamente esas posibilidades: en algunos momentos el órgano realiza el continuo junto a la tiorba, el clave y el violonchelo; en otros, se une a los violines; en otros más, participa de forma fugada, como un instrumento plenamente polifónico.
El resultado sonoro es sorprendente. No sólo por los registros empleados –corneta, flautado, voz humana...–, sino por la articulación conseguida: “Estos órganos venecianos –explica De Nardo–, aunque mecánicamente muy sencillos, son de una precisión increíble. Te permiten articular casi como un violín. Puedes hacer prácticamente todo con los dedos”. No es una cuestión menor en una música escrita por alguien que conocía perfectamente la escritura violinística y que exige al teclado una agilidad no siempre disponible en los órganos más modernos o los positivos habituales.
“También el uso del pedal en estos instrumentos obedece a un concepto distinto. A diferencia del órgano alemán, en el que el pedal desarrolla líneas completamente autónomas, el pedal veneciano es simplemente una extensión del teclado manual. De hecho, muchas veces está conectado mecánicamente a las teclas. Vivaldi lo indica solo en momentos puntuales, por ejemplo, cuando hay una nota larga y se necesita liberar las manos para otras voces”, aclara De Nardo. La articulación, por tanto, depende fundamentalmente del trabajo manual, lo que refuerza la importancia de la digitación y la técnica del intérprete.
Este segundo disco de Sestier Armonico es también el primero del nuevo sello discográfico inAures, una iniciativa que De Nardo ha impulsado junto a la clavecinista madrileña Inés Moreno Uncilla. “El órgano es un instrumento solitario, pero a mí siempre me ha gustado tocar con otros. En 2021 tuve la ocasión de crear el grupo, que fue una forma de compartir la emoción de hacer música con amigos, en el sentido más profundo del término”, comenta. El primer disco del conjunto, Bach in Venice, reunía conciertos de Vivaldi y Marcello convertidos en conciertos para clave, ya que pasados a través de las transcricpiones que hizo Bach de las obras. “Era un proyecto más manejable, con un ensemble reducido. Este nuevo trabajo, en cambio, ha requerido una plantilla más amplia, porque yo no quería una interpretación ‘a uno por parte’. Necesitábamos un sonido más grande, más lleno, también en el continuo. Por eso incluimos tiorba, clave, dos cellos y contrabajo. Grabar no puede ser sólo juntar una serie de piezas bien tocadas. Tiene que ser culminación de un proyecto de investigación, y quería que eso quedase marcado desde la misma edición del CD. Por eso decidí montar este sello. Ahí participó Inés. El segundo disco de inAures será con un proyecto suyo. Yo quiero dedicarme ahora a mover a mi grupo en conciertos”.

La ficha
IL SUONO RITROVATO
Antonio Vivaldi (1678-1741)
Concierto para oboe, violín, órgano, cuerda y continuo en do mayor RV 544
Concierto para violín, órgano, cuerda y continuo en re menor RV 541
Concierto para violín, órgano, cuerda y continuo en fa mayor RV 767
Sonata para violín, oboe, órgano y chalumeau ad libitum en do mayor RV 779
"Noli, o cara, te adorantis", aria de Juditha Triumphans RV 644
Concierto para violín, órgano, cuerda y continuo en do menor RV 766
Concierto para violín, órgano, cuerda y continuo en fa mayor RV 542
Francesca Ascioti, contralto
Claudio Rado, violín
Priska Comploi, oboe
Sestier Armonico
Giulio De Nardo, órgano y dirección musical
inAures
También te puede interesar
Lo último