Un recorrido por los escenarios del arquitecto Juan Ruesga Navarro
La exposición reúne 40 espectáculos en los que se ve sus diferentes etapas desde 1972 · Organizada dentro de las actividades del XXV Aniversario del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla
El arquitecto Juan Ruesga Navarro muestra en la sala de exposiciones del Hotel París, en la plaza de las Monjas, algunas de las escenografías más destacadas de su trayectoria, un extenso recorrido en el que este creador ha ido trasteando nuevos caminos expresivos y buscando la emoción del espectador.
Una exposición organizada por la Diputación Provincial de Huelva que se incluye dentro de la programación cultural del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla en sus veinticinco aniversario. Muestra los montajes escénicos del arquitecto y escenógrafo, que forman parte de la historia del teatro y del diseño escénico contemporáneo. Se trata de una antología de los trabajos de escenografía teatral que Juan Ruesga ha realizado desde 1972 hasta la actualidad. La exposición reúne 40 espectáculos que reflejan las diferentes etapas por las que ha pasado el creador sevillano. Su primera época en las compañías teatrales de Esperpento y Teatro del Mediodía da paso en otro apartado a grandes obras como Yerma o Julio César. Además, la muestra recoge espectáculos al aire libre, como los realizados para la Expo de Sevilla. Aparte de una faceta puramente de autor, la exposición presenta al espectador el proceso que desarrolla la idea escenográfica; los pasos que van desde el concepto original hasta el resultado final; y lo que queda encima del escenario y se muestra al público.
Para ello, junto a las fotografías y vídeos de los espectáculos ya terminados, se muestran bocetos, dibujos y esquemas, carteles y programas de mano; material complementario, que sirve para situar cada obra en su contexto. La exposición se completa con un recorrido didáctico, donde se desarrolla el proceso de creación seguido para dar forma a la escenografía de la obra Fuente Ovejuna.
A través de una completa selección de materiales que incluyen dibujos, planos, fotografías, proyecciones, carteles y programas de manos, la exposición Escenografías difunde algunos de los episodios más significativos de la historia del teatro y el diseño escénico: desde los años 70 hasta la actualidad, desde los diseños para compañías de la escena independiente como a grandes producciones del Centro Andaluz de Teatro.
Después de tantos años de práctica teatral, los espectáculos son la mejor crónica de las carencias y hallazgos en el trabajo escenográfico desarrollado. Pero en esta ocasión no se habla de resultados, sino del modo en que surgen las ideas escenográficas. Se trata, como dice Juan Ruesga, de mostrar ese proceso, a veces rápido y brillante y a veces más laborioso, "en que surgen los bocetos, que incluyen el gesto y la esencia de un espacio y como debemos mantener en el proceso de construcción esa primera llama viva, para que el espectador la descubra, aún ardiente, en el escenario".
Esta exposición quiere mostrar esos primeros bocetos, dibujos, esquemas, en los que cada escenografía toma vida. El trabajo íntimo, personal, en el bloc de dibujo, en papeles sueltos, que a veces surge en la mesa de trabajo, y a veces en el velador de un bar, o en los asientos de un tren o un avión.
Esa parte del trabajo, normalmente desconocida del público, pero que encierra el mensaje básico de cada escenografía. Primeras ideas, caminos alternativos, espectáculos no estrenados, "se muestran en esta exposición, para contar al público interesado, a los compañeros de profesión y, sobre todo, a las nuevas generaciones el calor del trabajo creativo. Y el contraste con las imágenes finales del espectáculo en el escenario".
Como toda exposición que recopila una serie amplia de trabajos, también sirve para descubrir las relaciones entre los diferentes trabajos, a veces muy explícitas, y otras más ocultas. "Y sobre todo sirve, a mí el primero, para poder dar un vistazo sobre una producción que abarca varias décadas, y entender que casi todo estaba desde el principio. Solo había que buscar para encontrarlo", señala Juan Ruesga.
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