Cultura

Un drama de nuestro tiempo

Multicines Al Andalus Punta Umbría.- T.O.: 'Ways to live forever'.- Producción: España y Reino Unido, 2010.- Duración: 95 minutos.- Dirección: Gustavo Ron.- Guión: Gustavo Ron basado en la novela de Sally Nichols.- Fotografía: Miguel P. Gilaberte.- Música: César Benito.- Montaje: Juan Sánchez.- Intérpretes: Ben Chaplin, Emilia Fox, Greta Scacchi, Robbie Kay, Alex Etel, Ella Purnell, Natalia Tena, Phyllida Law, Eloise Barnes, José Luis García Pérez

Vivir para siempre está basada en la novela de la escritora cuáquera Sally Nicholls, Ways to live forever, traducido en España como Esto no es justo, uno de los libros más vendidos en muchos países, convirtiéndose en el Reino Unido en auténtico texto de cabecera en los colegios. Tal vez el tema de la leucemia infantil que aborda la novela y su tratamiento literario hayan influido en su predicamento toda vez que la enfermedad está tratada de una manera positiva, vital y didáctica lo cual ha favorecido su difusión y su lectura.

Esta es la historia de Sam, un niño de doce años cuya principal ilusión es coleccionar datos, relatos terroríficos y acontecimientos fantásticos. Se pregunta que puede pasar cuando uno bebe una cerveza, sube unas escaleras mecánicas, fuma un cigarrillo o besa a una chica. Su problema sobre esas sensaciones es que teme no llegar a poder percibirlas porque su enfermedad, la leucemia se lo va a impedir, ya que, según los médicos, su mal no tiene solución. Los mayores sólo le responden de una manera ambigua, velada, nada sincera, pero él insiste en sus preguntas y quiere saber las respuestas. Por ello decide escribir un libro, una especie de diario, y realizar unos vídeos que suponen también toda una investigación científica, además de una serie de cosas que quiere hacer antes de morir.

Gustavo Ron, que ha realizado con ésta su segunda película después de Mia Sarah (2006), donde el protagonista también era un adolescente, ha llevado a cabo una versión libre del texto original y ha suavizado en todo lo posible la dureza del tema que trata, aunque ha sido inevitable eludir el dramatismo de la situación que vive el joven protagonista, evitando secuencias innecesarias que resultan obvias por otra parte. Bien es verdad que en el carácter de Sam hay rasgos, de agudeza e ironía, que, al menos, suscitarán más de una sonrisa en los espectadores que, por otra parte, y a pesar de todo, no podrán disimular más de una lágrima.

En suma un buen guión, una historia cargada de positivismo y otra buena realización de Gustavo Ron, que rodó esta película en Inglaterra (donde debutó como director ya que allí se ha formado) y en inglés, y que confirma las buenas impresiones que nos mereció su opera prima. Un film cargado de emociones pero también de esperanzas.

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