Distopía en Oulipo

Ella Minnow Pea | Crítica

La editorial EDA publica, por primera vez en castellano, la legendaria novela del estadounidense Mark Dunn, una obra inclasificable sobre el ejercicio de los totalitarismos a través del control del lenguaje

Monumento de amor

Mark Dunn (Memphis, 1956).
Mark Dunn (Memphis, 1956).
Pablo Bujalance

20 de julio 2025 - 07:02

La Ficha

Ella Minnow Pea. Mark Dunn. Traducción de José Antonio Poderoso Miranda. EDA Libros. Benalmádena (Málaga), 2025. 272 páginas. 18, 20 euros.

Mark Dunn es un dramaturgo y novelista estadounidense, nacido en Memphis en 1956, que alcanzó gran notoriedad en 1998 por un asunto, en cierto modo, extraliterario: el autor demandó a los productores de la película de Peter Weir El Show de Truman cuando entendió que el largometraje reproducía de manera fiel tanto el argumento como buena parte de los diálogos de su obra de teatro Frank’s life, estrenada en el Off-Broadway con gran éxito en 1992. El juez le dio la razón y los productores apoquinaron la indemnización correspondiente, pero para entonces, eso sí, Dunn era ya un autor reconocido y ampliamente representado en Estados Unidos, merced a una trayectoria ascendente y bien pulsada desde finales de los 80. En 2001 publicó su primera novela, Ella Minnow Pea, cuyo lanzamiento se vio afectado por los atentados del 11-S de manera literal y material: la editorial hizo una gran inversión para la primera edición y decidió conservar todos los ejemplares en la librería Border, ubicada entonces en el centro comercial subterráneo que se localizaba bajo las Torres Gemelas. Allí seguían los ejemplares a la espera de su comercialización cuando tuvieron lugar los atentados, con lo que la editorial perdió toda su inversión y se mostró después considerablemente más cauto con la definitiva primera edición, lo que afectó sin remedio a su distribución. Eso sí, Ella Minnow Pea adquirió enseguida matices legendarios como uno de los títulos más notables de la postmodernidad americana, alumbrado desde un asombroso juego de limitaciones. Parte de este carácter legendario se debía a que su traducción a otras lenguas pareció durante décadas directamente imposible. Ahora, sin embargo, la editorial malagueña EDA acaba de ponerla en circulación en castellano gracias a la no menos asombrosa traducción, alzada aquí en rango de verdadera coautoría, de José Antonio Poderoso Miranda.

Hasta 'Ella Minnow Pea', que sepamos, nunca se había escrito una novela que pierda letras conforme avanza la trama

En Ella Minnow Pea, Dunn traza una distopía lúdica ambientada en Nollop, una isla cercana a Carolina del Sur conocida antes como Utopianna. A causa de un dislate mitológico, los ciudadanos de Nollop se ven obligados a dejar de utilizar, tanto en su expresión oral como escrita, determinadas letras del abecedario. No es un capricho: el Consejo encargado tanto de imponer las normas como de vigilar su cumplimiento establece penas de exilio y hasta de muerte a los infractores. La reducción de las letras disponibles se va imponiendo de manera progresiva, con lo que Ella Minnow Pea, no en vano subtitulada Una novela progresivamente lipogramática, se convierte en un lipograma en marcha que prescinde cada vez de más letras. Un lipograma es, recordemos, un texto en el que, por artificio literario, se omite deliberadamente una determinada letra o un grupo de letras. El lipograma fue uno de los juegos favoritos del grupo de vanguardia francés Oulipo en los años 60, y de hecho Dunn refiere en su prólogo a la edición española de su novela La disparition de Georges Perec y Gadsby de Ernest Wright, dos novelas lipogramáticas para los que sus autores prescindieron de la letra e (en el caso de Perec, La disparition fue traducida al castellano como El secuestro, en una versión que prescindía de la letra a). Hasta Ella Minnow Pea, sin embargo, y que sepamos, nunca se había escrito una novela progresivamente lipogramática, es decir, que pierda letras conforme avanza la trama. La historia sigue además una estructura epistolar, con lo que la reducción se aplica de manera directa hasta la imposibilidad de emitir mensaje alguno.

La novela también aborda la manipulación del pasado servida como excusa para imponer limitaciones delirantes en el presente

Con estos mimbres, Ella Minnow Pea es una novela sobre la censura, sobre el control del lenguaje como medio para ejercer políticas totalitarias (y también, de paso, sobre la manipulación del pasado servida como excusa para imponer limitaciones delirantes en el presente). Su publicación resultaba oportuna en 2001 (Dunn ironiza en su prólogo sobre la inclusión entonces en un listado de libros permitidos por un consejo escolar de Missouri que acababa de publicar un índice de libros prohibidos para sus estudiantes: “Nadie del consejo se percató de la paradoja que habían creado: dieron su sello de aprobación para un libro […] escrito para protestar sobre el mismo tipo de censura por el que abogaban”) y lo sigue siendo, tristemente, dos décadas después. Pero si escribir una novela como Ella Minnow Pea parece un milagro, no lo parece menos traducirla: por ejemplo, José Antonio Poderoso siguió el mismo orden de letras apartadas que había preservado Dunn en el original inglés, un rompecabezas del que pocos saldrían con el juicio intacto. Cierto crítico se refirió a Ella Minnow Pea como una novela “que examina una distopía en tonos más ligeros que la norma”. Y tal vez por eso nos resulta más familiar.

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