DeBlois logra una de las mejores adaptaciones de animación a imagen real

La moda de convertir las películas de animación en imagen más o menos real (porque lo digital las sitúa a medio camino) está dando resultados muy desiguales. Todo lo empezó la Disney en 1994 con El libro de la selva a la que siguieron más de una veintena de títulos, unos más acertados y la mayoría menos. Solo desde un punto de vista creativo, por supuesto, porque la taquilla casi siempre ha ido muy bien, como demuestra la explotación intensiva de este filón: la versión en imagen real de Lilo y Stich es de momento la película más taquillera del año.

Dreamworks es más prudente porque su catálogo es mucho más reducido que el de la centenaria Disney. Ahora ha decidido trasladar a imagen real-digital su éxito animado de 2010 Cómo entrenar a tu dragón, basada en los libros de la escritora inglesa Cressida Cowell, cuyos excelentes resultados en taquilla motivaron dos secuelas en 2014 y 2017 más una serie de televisión. Y ha acertado al elegir como director al cineasta y animador Dean DeBlois, guionista y director de las versiones animadas de Lilo y Stich para Disney, junto a Chris Sanders, y de la trilogía del dragón para Dreamworks. Ha logrado captar todo el encanto y la magia de su versión animada encajando con perfección las imágenes reales con el muy espectacular uso de las técnicas digitales. Su versión no resta, como en tantos casos sucede, suma. Lo esencial de aquella está en esta y los añadidos para extender su metraje son inteligentes.

Por ello es una de las mejores adaptaciones a imagen real/digital de un éxito de la animación. Una fiesta visual de aventuras fantásticas que lo debe todo al talento de Dean DeBlois y a la productora que le ha dejado desplegarse como guionista y director del universo por él creado.