Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
La histórica editorial Bruguera, que fue cerrada en 1986 y que inició una nueva andadura en 2006 bajo la dirección de la poeta y narradora Ana María Moix, dejará de publicar en 2011, al no haber conseguido "cuajar" en el mercado literario a pesar de que sus responsables llevaban años intentanto "levantar" el sello, según confirmó ayer a Efe Ricardo Artola, director editorial de Ediciones B, perteneciente al Grupo Zeta.
Artola aseguró que los títulos que ya están contratados, entre los que figuran obras de Joaquín Marco, Mary Gordon o Margaret Atwood, van a publicarse hasta finales de este año y principios del próximo, pero reconoció que no se iniciarán gestiones para nuevos libros. La crisis, dijo, no sólo "no ha ayudado en nada en la pervivencia del sello, que no ha conseguido cuajar en este momento", sino que le ha dado "la puntilla".
El director editorial de Bruguera señaló asimismo que Ana María Moix fue despedida a finales de abril. "Respeto la gran labor de Ana María, pero las circunstancias del mercado no han permitido al sello alcanzar un mínimo de entidad", dijo Artola, que calificó a la autora de "alma máter" de la editorial.
Desde el año 2006 hasta la actualidad se han publicado un centenar de libros, entre ellos El faro, de P.D. James; Lukumi, de Alfredo Conde, o El amante extremadamente puntilloso, de Alberto Manguel, aunque los dos títulos más vendidos de la editorial y con un mayor impacto en el mercado han sido los dos volúmenes de memorias de la editora barcelonesa Esther Tusquets, Habíamos ganado la guerra, y Confesiones de una vieja dama indigna.
Por otra parte, Artola quiso desmentir que la quinta edición del Premio Bruguera de Novela fuera declarado desierto hace unos meses por falta de recursos económicos, de la misma manera que negó que existan "problemas de tesorería" en Ediciones B, también propiedad del Grupo Zeta. Esta empresa adquirió Bruguera a comienzos de la década de los 80, pero no pudo superar los problemas económicos que arrastraba y, finalmente, fue cerrada en 1986, pasando sus fondos, sobre todo las publicaciones infantiles y los tebeos, a Ediciones B, la nueva firma editorial creada entonces por el Grupo Zeta.
En su nueva etapa, Moix quiso buscar, según confesaba en una entrevista realizada en febrero de 2006, "el espíritu del narrador actual, de lo que se está haciendo ahora en España". "Me gustaría encontrar autores que se puedan leer de aquí a 30 años, autores cuya escritura les nazca desde dentro y que no escriban al dictado de la moda".
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