Un crimen político

A diferencia de otras obras de Simenon, en Los vecinos de enfrente no es la fatigada pericia de Maigret quien revela al lector la frágil condición humana. Y tampoco es un asesinato al uso (escenario del crimen, grupo de sospechosos, resolución del enigma), lo que aquí se plantea. En cierto modo, esta lóbrega y angustiosa novela es la secuencia previa de una muerte. Con una peculiaridad añadida: el protagonista, cónsul de la república turca, ejerce sus funciones en una pequeña ciudad de la URSS, lindera con el Mar Muerto, en la década de los 30.

Esto significa que la acción transcurre en los primeros años del terror estalinista. Años en los que la república de Kemal Atatürk, caído ya el imperio de la Sublime Puerta, comienza su modesto despliegue diplomático. Y es ese mismo ambiente opresivo, junto con el severo mutismo de la administración soviética y la misteriosa muerte de su antecesor, quizá envenenado por la GPU, el que acabará transformándose en el principal personaje de Los vecinos de enfrente. El siglo XX nos enseñó que la proscripción de la política politiza, a la contra, cualquier manifestación vital, por nimia que sea. También que en los vastos regímenes alumbrados en aquella hora (véase Orwell, pero sobre todo Huxley), el más ceñido espionaje es aquél que sus propias víctimas se infligen. El error de Adil Bey, cónsul depauperado en un enclave petrolífero, fue el propio de los solitarios: enamorarse. La inadvertencia de su amante soviética, sin embargo, no es otra que la de ambicionar la libertad, la opulencia entrevista en la breve colonia diplomática. El magisterio de Simenon, en cualquier caso, reside en someternos a una doble angustia: la angustia de imaginar al protagonista como víctima de un complot; y, posteriormente, la certeza de saberlo trémulo delator y verdugo involuntario. Ya en el barco de vuelta, el cónsul intenta recordar algún rasgo, un matiz, un gesto de su amada. Sabemos, no obstante, que será en vano.

Georges Simenon. Trad. Carlos Pujol. Acantilado, 2013. 16 euros