Fila siete

Otra comedia gamberra

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: 'That´s my bhoy: I hate you, dad'.- Producción: Estados Unidos, 2012.- Duración: 118 minutos.- Dirección: Sean Anders.- Guión: David Caspe, David Wain y Ken Marino.- Fotografía: Brandon Trost.- Música: Rupert Gregson-Williams.- Diseño de producción: Aaron Osborne.- Intérpretes: Adam Sandler, Andy Samberg, Susan Sarandon, Leighton Meester, James Caan, Milo Ventimiglia, Ciara, Eva Amurri Martino, Vanilla Ice

Los desmadres a la americana son ya recurrentes en la comedia gamberra de Hollywood desde que John Landis manufacturara con ese título en 1978, ya ha llovido bastante, lo que después nos traerían los hermanos Farrelly, Peter y Bobby, con su Yo, yo mismo e Irene (2000), Amor ciego (2002) y cosas por el estilo; los hermanos Zucker, David y Jerry, con Aterrizas como puedas (1980), los consecuentes American pie (1999), de Peter Weitz, cuya última muestra hemos visto este mismo año, y nada digamos de la serie interminable de inmaduros fílmicos con su estilo zafio, descarado y con desvergonzadas intenciones propensas a la más tosca insolencia y mal gusto.

Dada la tendencia a la ordinariez, los malos modos, los diálogos soeces y malsonantes que se han impuesto últimamente en esa comedia grosera de cierto cine estadounidense, que, además, tiene éxito y buenos resultados en la taquilla, a nadie puede sorprender el humor estrafalario de uno de los cómicos más populares de Hollywood en la actualidad, Adam Sandler, cuyas películas hoy por hoy se han hecho supermillonarias y que, a pesar de los palos que le da la crítica, vuelva a la más vulgar de las expresiones cinematográficas, pese a su peculiar visión de la institución familiar.

Figura de esa comedia televisiva en su día de los monólogos divertidos y de la emisión popular del famoso programa Saturday night live de la NBC y de sus inicios en el cine, donde Cabezas huecas (1994), de Michael Lehmann, fue uno de los pasos decisivos que lo encasillaron en un género a su medida, hasta Niños grandes (2010), de Dennis Dugan (que le ha dirigido en siete películas), la carrera de Adam Sandler, ha sido un meteórico lanzamiento a la máxima popularidad y a las cifras más altas de cotización taquillera.

Y ahí sigue empeñado en contar en sus películas con las más acreditadas figuras del cine estadounidense como Jack Nicholson en Ejecutivo agresivo (2002) y Al Pacino en Jack y su gemela (2011), además de sus compañeros de reparto, lo que habitualmente se llama cameo en el argot cinematográfico. Ahora vuelve a las andadas recurriendo a Susan Sarandon y James Caan, con quienes ha contado para fugaces aunque afortunadas apariciones como corresponde a su categoría estelar.

Desmadre de padre es un ejemplo más de ese cine obsceno que hace mofa de cuestiones sobre las que la burla excede ciertos límites, donde todo vale y la escatología y el descaro llega a extremos injustificables.

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