Cultura

La colosal voz de Guillermo Orozco

Desde pequeño, y sin saber porqué, te empiezan a atraer el sonido de una guitarra o una voz cantando. Con los años también quieres hacerlo, y así te vas dando cuenta poco a poco que lo que quieres es cantar, en el caso de nuestro tenor más internacional, y también el afán de aprender; así empieza la propia formación. Pero el aprender más y mejor, le impulsó a irse a Madrid con 19 años a estudiar, hasta que por mano del destino conoció al gran maestro Pedro Lavirgen, que fue la persona que le hizo ver la dimensión de sus posibilidades artísticas y profesionales.

Aunque se llevó algunos años trotando y cantando, ganando por ejemplo el Festival de la Canción de Andalucía en el 1990, se puede considerar su debut profesional en el mundo de la Lírica en el año 1994, cuando debutó en la Antología de la Zarzuela, de Tamayo, en el teatro Apolo de Madrid. Piensa que en realidad un cantante o un músico nunca se terminan de formar, siempre se está aprendiendo, cada obra nueva que estudias tiene escollos que superar y la voz también va cambiando. Cada vez que sale a un escenario se aprende algo nuevo. Determina que un cantante que no ha salido a un escenario, no está formado, por muchos años de estudios que tenga, teniendo claro que hay mucho talento no profesional que cantan genial.

Para Guillermo, la primera vez que cantó en el Teatro Real de Madrid en Madame Butterfly fue un sueño, o el teatro de la Zarzuela con Luisa Fernanda, recordando con gran cariño que en una de las funciones apareciera Plácido Domingo para dirigir esa noche. O su primera Carmen que fue en Italia, en el Teatro Verdi de Pisa. Ha trabajado con directores de fama internacional como Jesús López Cobos, Enrique García Asensio, etc., o con los directores de escena Gian Carlo del Mónaco, Mario Gas, entre otros. Ha cantado en Canadá, Colombia, Francia, Italia, Alemania, Bulgaria, Ucrania, China, Japón, Líbano, Inglaterra, India, o Polonia.

En este momento anda estudiando cosas que tiene que cantar más adelante y preparando una grabación del compositor cordobés Ángel Andrés Muñoz, saliéndose de lo actual por la calidad musical y la calidad de los textos. También, y después de 15 años cantando repertorio de tenor, está preparando repertorio de barítono, en donde desarrolla mucho mejor la voz. Aun así, lo más inmediato son algunos conciertos aislados en verano, y la preparación para el 14 de septiembre de un concierto con la Banda Real en el Auditorio Nacional de Madrid, al que asistirá su Majestad el Rey de España.

Piensa en que actualmente la crisis afecta a todos los niveles, también en la música. Hay falta de criterio y valores. Hoy en día parece que todo lo que sale por televisión es bueno por el simple hecho de ser difundido en este medio, aunque cree que ocurre con todo. La sociedad en general es borrega y está dormitada. El ser humano está educado en la mediocridad desde que nace. En el mundo antiguo había otro concepto de lo que es la música, tenía otras direcciones y pretensiones. No es que hoy en día no haya talento y buenos compositores, el problema es que se promociona la mediocridad.

En cuanto a Huelva, su visión es similar a la que tienen la mayoría de los onubenses: hay dejadez y apatía; pero viene de atrás, no es de ahora. Huelva, como es evidente, ha ido creciendo en los últimos años en muchos aspectos; la ciudad que tenemos ahora es una ciudad moderna. Pero las posibilidades que tenemos culturalmente están casi muertas. La cultura es la base de un pueblo, el conocimiento de las cosas es lo que enriquece el espíritu y le da la capacidad al hombre de conocerse a si mismo y crecer en todos los aspectos. Una ciudad culta es una ciudad rica y desarrollada. Huelva tiene muchas lagunas en ese sentido.

Tenemos una ciudad con muchas posibilidades, por su historia, clima, etc. Estaría muy bien traer espectáculos de todo tipo a lo largo del año. Pero no es la solución para que la población se cultive. No se puede ver la música solamente como un entretenimiento o diversión, que también lo es. Tendríamos que tener una temporada estable y continuada. Si al público se le dan espectáculos aislados, nunca se crea afición y conocimiento. No se puede hacer una programación pensando "esto es lo que gusta aquí". Ahí entramos en el "pan y circo" y en la Huelva cateta de siempre, siendo un bucle y no dejando crecer jamás. Necesitamos una programación estable como en las ciudades más importantes, culturalmente hablando.

En Huelva siempre ha habido mucho talento musical, existiendo muchos profesionales onubenses de primera fila que no lo tuvieron nada fácil, entrando aquí en otro de los problemas. Habría que hacer participar, dentro de las temporadas, a la gente de aquí en la programación junto a los profesionales de fuera, para que tengan proyección. Tenemos un teatro maravilloso, pero sin las características técnicas que se exigen hoy en día.

En cuanto a la cultura general, la juventud está abandonada. Acercarla a las escuelas es un paso fundamental, no limitar la enseñanza a lo que está establecido como obligatorio, eso les aburre y al final acaban dejando los estudios, los profesores en los colegios e institutos está muy quemados. Cree en la forzosa necesidad de hacer una reforma importante y fructuosa.

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