Días de cómics

El chachachá del tren

  • El UVA (2003), de Francisco Ibáñez, álbum de su serie Mortadelo y Filemón, parodia los problemas que hubo en la construcción del tramo del AVE que unió Madrid con Lérida en 2000

Uno de los grandes momentos de la historia del UVA.

Uno de los grandes momentos de la historia del UVA. / Gerardo Macías (Huelva)

Tras la publicación en 1987 de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad intelectual, se confirmaba la propiedad de las obras por parte de los autores, incluyendo, cómo no, a los historietistas. En aquel momento, Francisco Ibáñez entró a formar parte de Ediciones B, con seis nuevos álbumes de Mortadelo y Filemón cada año, donde aparecen abundantes elementos de la política, de la actualidad y de las modas del momento en que los crea.

Este álbum cuenta cómo en España se están construyendo nuevos tramos del UVA (Ultraloca Velocidad Automotora). El nuevo tren pretende ser uno de los mejores y más rápidos del mundo, pero alguien quiere que fracase y sabotea las obras. La T.I.A. manda a Mortadelo y Filemón a investigar.

Este tebeo parodia los problemas de la construcción del tramo del AVE que unió Madrid con Lérida en el año 2000. Cualquier día, Francisco Ibáñez debería parodiar los pocos trenes AVE que ni están ni se les espera, como el caso de Huelva, por ejemplo.

Ibáñez caricaturiza al ex Presidente del Gobierno José María Aznar, y a su Ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos. Desde los años ochenta, Ibáñez se mofa de todos los políticos y de todos los partidos, sea cual sea su ideología. No solamente de los españoles, sino también de los extranjeros.

En la introducción, Ibáñez ironiza con sus personajes que se quejan de la espera. Filemón reclama a Ibáñez mientras que Mortadelo goza del asueto. Ibáñez aprovecha las ventajas de no estar bajo la mirada de la censura franquista.

Momentos memorables son la explicación del autor sobre la extinción de los dinosaurios, su versión del invento de la rueda y los vehículos, la viñeta en la que se observa la distribución de clases sociales, etc. Destaca la habilidad de Ibáñez para dibujar máquinas de distintas épocas, otorgándoles a todas su inconfundible estilo caricaturesco sin renunciar al realismo.

El Súper explica a los agentes la misión: investigar las obras del UVA. Durante seis páginas, nuestros hombres visitan la estación de Benicochínez. Mortadelo y Filemón observan los vagones, las pobres instalaciones, el recorrido mal diseñado, el imposible sistema de frenado, etc. Destaca la viñeta de dinosaurios que retrata una de las fosas con las que se encontraron durante el proyecto. Tras gags como el del método de Mortadelo para sentir fresquito, aparece el Súper que, por un comentario desafortunado, acaba sufriendo la venganza de sus agentes.

Las siguientes once páginas trascurren investigando en la estación de Valdecaquita, con gags relacionados con la torreta de señales y con el pie de Filemón. Destaca, el chiste del falso túnel (pintado para que los políticos pudieran salir en la televisión inaugurándolo), con el que Ibáñez vuelve a poner de manifiesto las carencias de los políticos más preocupados por “salir en la foto” que por su nación.

Las planchas siguientes nos ofrecen ejemplos de la capacidad de Ibáñez como dibujante. En el gag en que un labriego levanta las vías del tren para que pase un anciano por debajo destaca la plasticidad.

Hay que tener en cuenta la ingenuidad de la que Filemón hace gala, pues todavía confía en la eficacia de los trabajadores en la línea del UVA, aunque la realidad le dará más de un chasco. Reseñable es la mención de Mortadelo a Pepe Gotera, quien, dada la temática de este álbum, es raro que no haya aparecido con su compañero Otilio. Cierran este tramo algún chiste como el de “la vía muerta” y los gags que demuestran que la cutrez del UVA afecta también a su interior.

Durante la siguiente fase del álbum, los agentes habrán de interceptar el tren que ellos mismos han puesto en marcha y que va sin control. En seis páginas, darán muestra de su estupidez, con escenas como esa en la que se tiran ellos solos por un terraplén.

En la estación de Pelusa del Sobaquillo se reúnen varios dirigentes para tratar el asunto del UVA. Ibáñez retrata a los políticos como seres opulentos que marcan los designios del UVA guiados por sus intereses personales.

El clímax del álbum es cuando Mortadelo y Filemón vuelven a poner en marcha el tren, que se sale de la vía. Destacan los efectos colaterales que el desvío del tren produce. Algunas viñetas son ejemplo, además del dinamismo de Ibáñez, de su habilidad para dibujar vehículos.

La próxima semana: La tribu fantasma (1982), de Jean-Michel Charlier y Jean Giraud, vigésimo álbum de la serie Blueberry.

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