La otra cara policial

Fila siete

La otra cara policial
La otra cara policial

03 de octubre 2012 - 05:00

Multicines La Dehesa Islantilla.- T. O.: 'The Guard'.- Producción: Irlanda, 2011.- Duración: 96 minutos.- Dirección y guión: John Michael McDonagh.- Fotografía: Larry Smith.- Música: Calexico.- Montaje: Chris Grill.- Intérpretes: Brendan Gleeson, Don Cheadle, Mark Strong, Liam Cunningham, Fionnula Flamagan, Pat Shortt, David Wilmot, Rory Keenan.

No es corriente en nuestras carteleras una película irlandesa. Es más, añadiría que resulta insólito. Ésta, estrenada con cierto retraso en España el pasado 20 de julio, como se ve más en Huelva, concretamente en sendas salas de Islantilla y Punta Umbría, merece haber esperado para verla. Es una pena que ciertos bodrios nos lleguen con absoluta puntualidad y títulos más valiosos se retrasen, como es el caso, o no nos lleguen nunca, como les pasa a muchos. Estamos ante ese panorama que cierta variedad del cine negro nos retrata. La otra cara de la Policía, la que tiene que ver con la corrupción, que aquí tiene una perspectiva aparentemente tierna, sarcástica, y peculiarmente irlandesa.

Ésta es una trama en la que se mezclan con aviesa intriga muertes en serie y tráfico de drogas. Gravita en torno a un policía local, Gerry Boyle, un tipo conflictivo y bastante grotesco -al que se le muere la madre pero no deja su adición a las prostitutas- y cuyo cumplimiento de la ley deja bastante que desear. Un agente del FBI, Wendell Everett, irrumpe en el caso, que acaba como colaborador y cómplice del protagonista y, al mismo tiempo, un grupo de traficantes aficionados que discuten sobre literatura y filosofía con una pasión propia de forofos futbolísticos. Algo realmente insólito.

John Michael McDonagh, director y guionista, debuta con fortuna en esta jocosa historia que tiene retazos, perfectamente identificables, de géneros diversos como la propia intriga o el thriller tradicional, el western, los enfrentamientos típicos de una pequeña población irlandesa que comparte su abulia local con la admiración por todo lo que viene de fuera y los rasgos propios de una comedia que, sobre todo, trata de divertir al personal.

Con el tono clásico de la comedia negra y el relato del oeste bastante decadente la puesta en escena, chispeante y corrosiva tiene dos valedores extraordinarios en sus protagonistas. Sabemos que el veterano Brendan Gleeson, que encarna aquí a Gerry Boyle, es un extraordinario actor, pero es que en El irlandés, totalmente desinhibido, libre completamente en su capacidad expresiva y gestual, define el personaje con rotunda convicción. Comparte con Don Cheadle esa misma soltura interpretativa y un grado de química entre los dos que cautiva al espectador.

Pero es justo reconocer que el guión del realizador, John Michael McDonagh, posee todos los ingredientes para superar lo más básico de una comedia propia de nuestro tiempo y hace de los lugares comunes a modo de caricatura un ejercicio de buen ejercicio humorístico, ocurrente, punzante e ingenioso en muchas ocasiones. La música es excelente y esa recreación melancólica de los paisajes celtas aumenta el interés de la película.

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