De burlas y disparates

CineBox Aqualon Puerto Huelva, El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- T.O.: 'Don Mendo Rock, ¿La venganza?'. - Producción: España, 2010. - Duración: 105 minutos. - Dirección: José Luis García Sánchez. - Guión: José Luis Alonso de Santos, Kiko Veneno y José Luis García Sánchez inspirado en la obra teatral de Muñoz Seca. - Música: Con la supervisión de Kiko Veneno. - Fotografía: Federico Ribes. - Montaje: Mercedes Cantero. - Intérpretes: Paz Vega, Fele Martínez, Manuel Bandera, María Barranco, Antonio Resines, Juanjo Cucalón, Elena Furiase.

La venganza de Don Mendo (1918), de Pedro Muñoz Seca es una de esas obras de la clásica farsa teatral de los primeros años del siglo XX, tradicional comedia de enredos, propicia en juegos de palabras, frases de doble sentido y continuos golpes de humor, convirtiendo en juego del absurdo lo que en realidad es un drama histórico que se parodia grotescamente. En ese divertimento hay ostensibles anacronismos, detalles del pasado y del presente con personajes medievales prototipos del tiempo en que se compuso la comedia.

En la película que nos ocupa se nos cuentan las vicisitudes que viven los miembros de un grupo de voluntariosos ciudadanos de un pueblo andaluz -especialmente conflictivo y con un elevado índice de alcoholismo- que se empeñan en grabar un programa de la televisión local en el que se representará la obra de Muñoz Seca, La venganza de Don Mendo. No cuentan con muchos medios y por ello participarán muchos de los habitantes del pueblo entre los que están Paco, teniente, y Perales, sargento de la guardia civil, Goyito que también pertenece a la Benemérita, y aspira a ser actor; Lola, la mujer de Paco, que está embarazada; Jazmín, hija del teniente, e Inés, una asistente social de vehementes deseos carnales. Entre tanto los del pueblo, en su mayoría inmigrantes, llevan a cabo una manifestación a las puertas del Ayuntamiento. Pretenden trabajar en la grabación pero cobrando.

José Luís García Sánchez que tiene títulos apreciables en la comedia esperpéntica como La corte del Faraón (1985) y Pasodoble (1988), de la mano de su inseparable guionista José Luis Alonso de Santos, vuelve a donde solía. Es decir al disparate cómico que trata de reconstruir el ámbito de Berlanga, sin Berlanga. Es decir sin el ingenio y el humor inteligente del director recientemente fallecido. García Sánchez recurre a la sal gruesa, la burda astracanada, al brochazo chapucero, a la burla y el disparate, recurriendo a esos clisés fáciles de la frase grosera, la broma desastrada, el anticlericalismo trasnochado y ridículo y otros recursos demasiado manidos. Siguiendo de forma intermitente los pasos de la obra que trata de parodiar, la sátira ni tiene la chispa mordaz que se pretende ni el impacto humorístico necesario.

Así las cosas el realizador juega con esos tipos populares del sur español que intenta caricaturizar, como una especie de retablillo grotesco y supuestamente costumbrista, pero los actores y las actrices acaban remedándose a sí mismos.