Las buenas intenciones

Multicines La Dehesa Islantilla.- T.O.: 'Madre amadísima'.- Producción: España, 2009.- Duración: 105 minutos.- Dirección: Pilar Távora.- Guión: Santiago Escalante basado en su propia obra teatral.- Fotografía: Marc Cuxart.- Música: José Miguel Évora y Borja Évora.- Montaje: Pilar Távora.- Dirección artística: Luis Manuel Carmona.- Intérpretes: Ramón Rivero, Gala Évora, José Burgos, Gloria de Jesús, David Lora, Julio Vargas, Nacho Vázquez

El tema del homosexual en Andalucía nunca ha sido tratado en el cine y particularmente en el cine de esta región con el rigor necesario e incluso con la gracia y el ingenio popular genuinos de la tierra y la peculiaridad del personaje en situaciones, acontecimientos y vicisitudes propias de algunas zonas muy características de esta región. Lo que tradicionalmente se ha popularizado como el mariquita o "sarasas de Cádiz, apios de Sevilla", que escribía Federico García Lorca en su Oda a Walt Whitman, de su famoso Poeta en Nueva York (1929 - 1930).

Pilar Távora, con la mejor voluntad, que nunca hemos puesto en duda en su breve filmografía - Yerma (2003) y otros interesantes cortometrajes -, lo ha intentado en esta Madre amadísima, que, como en la anterior ya citada, tiene lugares de rodaje en la provincia de Huelva, al parecer muy apreciada por su directora. Ella lo dijo tras sentirse estimulada por el pretexto teatral: "Me dolió algo dentro y supe que quería hacer una película sobre esa historia que nadie había contado".

En cierto modo aunque de distinta manera, también lo trató Ventura Pons en Ocaña: Un retrato intermitente (1978), interesante documental sobre el pintor y travesti andaluz, instalado en Barcelona, José Ocaña, en torno a su ambiente y otros personajes que reivindicaban estéticamente la homosexualidad y la represión del machismo. El ambiente y el argumento de esta película de Pilar Távora nos llevan al terreno rural, sin duda uno de los más duros y a veces más crueles en este tipo de conflictos. Así es la vida del protagonista de Madre amadísima en un pueblo andaluz en lo años cincuenta. Una existencia atribulada tanto en su niñez, las relaciones con sus padres, como en la adolescencia, el despertar de los sentidos, en la juventud y mayoría de edad en la que se convierte en vestidor de la Virgen para cultos y procesiones, actividad muy peculiar para algunas personas de esta tendencia en esta tierra.

Hay connotaciones muy lorquianas en este retrato de una homosexualidad muy peculiar y enraizada lejos, en determinados aspectos del gay actual. En este sentido la intención de Pilar Távora es valiente y arriesgada, pero no ha podido eludir ciertos modelos o prototipos demasiado previsibles, con subrayados innecesarios y sesgadas posturas políticas que a veces tratan de soslayar un sentimiento popular muy enraizado. Aunque el fondo del tema es profundamente sentimental, acusadamente dramático, con trascendencias personales muy lamentables, abundan los pasajes de pura comedia donde hay escenas que afectan a la vida militar, cuando Alfredito, el protagonista, hace la mili o cuando los comunistas le impiden viajar a Cuba porque "nada es perfecto" -ya sabemos como trata Fidel Castro la homosexualidad-, como de hecho ocurría en la España que el film nos recuerda.

La película con su inconfundible intención reivindicativa se recarga excesivamente, se ve lastrada por un excesivo barroquismo, que si bien es consustancial con ciertos aspectos del asunto que trata, pesa sensiblemente sobre el ritmo de la narración y la insistencia en ciertas críticas y fáciles concesiones que bifurcan y en ocasiones desmesuran la entidad del retrato. Lástima porque sinceramente pensamos que Pilar Távora podía ser la realizadora capaz de trasladar al cine la entidad de este personaje protagonista. Está por hacer. Otra vez será.