Cultura

El asedio

Multicines La Dehesa Islantilla y CineBox Aqualon Puerto Huelva.- Producción: Reino Unido y Estados Unidos, 2011.- T.O.: 'Ironclad'.- Duración: 121 minutos.- Dirección: Jonathan English.- Guión: Jonathan English y Erick Kastel.- Fotografía: David Eggby.- Música: Lorne Balfe.- Montaje: Peter Amundson.- Intérpretes: Paul Giamatti, Kate Mara, Brian Cox, James Purefoy, Derek Jacobi, Mackenzie Crook, Jason Flemyng, Aneurin Barnard.

El director de esta película, Jonathan English, ha confesado su obsesión por los castillos medievales, las fortalezas que sirvieron de marco y de defensa de los conflictos de la época y concretamente el castillo de Rochester donde se libró un violento y sanguinario asedio en el siglo XIII. Éste fue el motivo de inspiración de Templario que se basa en aquel pasaje bélico de la historia de Inglaterra y que recrea este film.

Nos sitúa el relato en el año 1215 cuando el rey Juan I, monarca absoluto, se ve obligado a firmar la Carta Magna lo que supone una reducción del país y de su autoridad. Sensiblemente encolerizado por los hechos recluta un ejército de mercenarios que, de manera despiadada, comienza una violenta acción para arrasar el país con el objetivo de restaurar la monarquía absoluta. Un grupo de nobles convocados por el barón Abany, se atrincheran en el castillo de Rochester. Combate con ellos, Marshall, un caballero templario angustiado por los desmanes y atrocidades que cometió en el curso de las cruzadas. Durante el asedio Marshall se verá obligado a compartir las vicisitudes de la lucha con su creciente amor por Lady Isabel, señora del castillo, esposa de Reginald Cornhill, regidor de la fortaleza. Los combatientes esperan los refuerzos que puedan impulsar su victoria contra el tirano.

No cabe duda de que el mayor propósito del realizador Jonathan English, ha sido reconstruir la dureza y tenebrosidad de las aventuras épicas. Contra las limitaciones de producción que son bien evidentes, ha interpuesto un hábil movimiento de cámaras, una planificación adaptada a esas necesidades y un montaje fragmentado que pueda soslayar las carencias del presupuesto. Una vez más se hace caso omiso de la historia para convertir en héroes y villanos a los personajes según convenga a los acontecimientos que reconstruye la película. Entonces todo se centra en esas luchas encarnizadas resueltas con la mayor crueldad en un ámbito tenebroso, violento y complicado. En ocasiones se advierte un intento de despegarse del cine de aventuras guerreras que suele ilustrar estas realizaciones en los últimos tiempos.

La propuesta narrativa es mínima y la excusa argumental se justifica con asaltos, batallas, el cruel asedio al castillo, las peleas y la crudeza en muchas ocasiones sangrientas de los brutales enfrentamientos, las mutilaciones de los cuerpos y en suma la acción ruidosa, violenta y sanguinaria, tal como la película entiende y trata de demostrar debieron ser aquellas contiendas medievales. Un buen elenco interpretativo con nombres prestigiosos como Paul Giamatti, Brian Cox, James Purefoy y Derek Jacobi, trata de ennoblecer la realización.

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