Cultura

Diez años dedicado a un sueño

  • Empresario

Ricardo Becerra Álvarez, de 38 años, regenta desde hace diez años el gimnasio Energym en la céntrica calle Béjar. Este sevillano se dejó caer por Huelva hace una década con un sueño en el equipaje: montar su propio gimnasio. Había conocido la ciudad un verano, le gustó, y el hecho de que en aquella época hubiera pocos le decidió a poner el suyo aquí, se hipotecó, alquiló una casa en el Huerto Paco y montó su negocio.

Había dejado los estudios en BUP y trabajó en la construcción. Mientras trabajaba estudió monitor de musculación en la Escuela Nacional en Los Remedios, también estudió quiromasaje e hizo un año de Educación Física. Pensó que tenía que arriesgarse o tendría que seguir en la construcción.

Durante unos años estuvo a la cabeza en el tema de los gimnasios, fue el primero en traer el spinning a Huelva, incorporando nuevas tendencias. Ahora con el 'boom' que vive este sector mantener un gimnasio puntero es cuestión de "money" .

Lo que más le gusta de su trabajo es el contacto con la gente, ya que se conoce el mejor aspecto de las personas, "el que viene, viene por placer". Presume de tener un gimnasio muy acogedor donde uno se siente como en casa, y eso se comprueba viendo con la libertad que los chavales se mueven en el local, ponen su música ý

Lo peor es el horario, muy esclavo, "como un bar" dice, son muchas horas para poder adaptarse a la gente, pero esto forma parte de su sueño, también darle vueltas a la cabeza buscando la manera de renovarse y continuar haciendo lo que le gusta.

Ricardo proviene de una familia del circo, Los Álvarez, "todos los Álvarez del circo hoy son familia mía, los payasos Palmerini son mis primos, tengo también una prima contorsionista". Su abuelo materno nació en un circo y acabó teniendo uno propio. Su madre ya estaba subida a un trapecio a los siete años, se caía mucho, y le curaban los callos metiéndole las manos en vinagre. Recuerda que cuando era pequeño y veía algún circo por televisión su madre le contaba la vida y milagros de los que salían. También recuerda ver a sus primos ensayando números de circo desde pequeños.

Es muy aficionado a la música, desde el flamenco al rock duro, y a la lectura, Pérez Reverte y Vázquez Figueroa están entre sus autores preferidos.

Lleva catorce años casado con Inmaculada y tiene dos hijas, Omayra y Noema, de trece y siete años (las lleva al circo cuando viene algún familiar). Los fines de semana los dedica a su familia. Si tiene que destacar tres momentos importantes de su vida responde sin dudar el nacimiento de sus hijas, encontrar a su pareja y abrir su gimnasio, su sueño hecho realidad.

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