Cultura

El abogado en su laberinto

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe, El Condado Cinemas 7, Al Andalus Punta Umbría y Cines Artesiete Holea.- T.O.: 'The counselor'.- Producción: Estados Unidos, 2013.- Duración: 117 minutos.- Dirección: Ridley Scott.- Guión: Cormac McCarthy.- Fotografía: Dariusz Wolski.- Música: Daniel Pemberton.- Montaje: Pietro Scalia.- Intérpretes: Michael Fassbender, Brad Pitt, Javier Bardem, Penélope Cruz, Dean Norris, Cameron Díaz, John Leguizamo, Natalie Dormer, Goran Visnjic, Rosie Pérez, Bruno Ganz

Ridley Scott, prolífico como el que más, y dominador de todos los géneros, realizador de cult movies como Alien, el octavo pasajero (1979) y Blade Runner (1982), que está rodando su nueva versión sobre la vida de Moisés en Exodus, afronta aquí una modalidad de thriller, especialidad tan transitada por unos y otros realizadores, en el ámbito tan recurrente del tráfico de drogas. Ha contado para el guión con un novelista de prestigio, Cormac McCarthy, que debuta en el cine. Lo que ha proporcionado a la película una particular expectación.

Todo para llevarnos a la historia protagonizada por un respetado abogado, que pasa por graves problemas económicos. Tratando de superar tan penosa situación piensa en que puede maniobrar inteligentemente el ámbito de la droga, decide introducirse en el tráfico de narcóticos, trasladándose a la frontera de Estados Unidos con México. Tomará contacto con un poderoso narcotraficante y tratará de vender un cargamento valorado en más de veinte millones de dólares, ayudado por un extraño y sinuoso personaje. El antiguo jurista no tardará mucho en advertir que la elección no ha sido acertada y que se ha metido en un laberinto mortal.

Uno puede pensar ab initio que un guión compuesto por un novelista como Cormac McCarthy, autor de títulos tan destacados como No es país para viejos (2005) y La carretera (2007), Premio Pulitzer en el género de ciencia ficción, avala una buena película y no es precisamente así, porque siendo un escritor que puede trasladarnos hasta las más oscuras y siniestras simas de las desventuras humanas -"aquí te arrancan el hígado y se lo dan a comer a tu perro", se dice- y seducir al lector, el relato y su fundamento argumental se descubren a través de digresiones complejas e inexplicablemente profusas. Su efecto en la puesta en escena y su impacto en el espectador, supongo, puede producir resultados tal vez decepcionantes. En suma el guión no funciona.

En consecuencia lo que podría atraer sobre el papel en su transposición cinematográfica es poco convincente. Y todo ello pese a los recursos visuales que Ridley Scott, con su habitual maestría y oficio, suele poner en sus realizaciones. Con influencias de Tarantino y de los hermanos Coen bien evidentes, con dos escenas estelares igualmente llamativas y altisonantes, una de sexo de elevado voltaje y otra de un crimen depravado y horrible, El consejero, con sus diálogos complejos y excesivos, su espectacular reparto, su aire de thriller abstracto y su vaciedad emocional, no es ni de lejos lo que muchos esperaban. Y al final lecciones morales y hasta una cita de Antonio Machado como un inesperado y benéfico epílogo.

Quiroga

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